DESCONECTA, 23 abr.
La visión de una tormenta que se está acercando a lo lejos puede ser uno de los paisajes más hermosos y potentes que podamos contemplar a lo largo de nuestra vida. Observar la formación de una de ellas, desde un avión, añade un aliciente de asombro a la conjunción de características mencionadas anteriormente que vale la pena disfrutar si se tiene la oportunidad de hacerlo
Las tormentas son uno de los fenómenos de la naturaleza a los que se puede enfrentar un avión en mitad de su trayectoria, sin necesidad de modificarla en algunos casos. Sin embargo, y a pesar de que las naves están preparadas para soportar las turbulencias ocasionadas, si los pilotos pueden evitarlas, las evitan.
Las tormentas que atraviesan estos aviones se suelen formar a 15.000 metros de altura, por encima, incluso, de los propios aviones y pueden llegar a expandirse 160 kilómetros de extensión. Sin embargo, también puede darse el caso de observar a este fenómeno de la naturaleza a escasa distancia de la tierra, cuando descendemos unos metros desde los aviones.
Se trata de los cumulonimbus, nubes de gran desarrollo vertical formadas por una columna de aire caliente y húmedo que se eleva en forma de espiral rotatoria. La cima de este fenómeno puede alcanzar de 15 a 20 kilómetros de altitud.
Este tipo de tormentas, los cumulonimbus, son los que más se observan desde los aviones comerciales desde los que viajamos.
En Reddit, un usuario ha recopilado una serie de instantáneas de personas que tuvieron el privilegio de poder toparse con estas formaciones tormentosas y fotografiarlas. Esta es una selección de lo impresionantes que se ven estos fenómenos desde la cabina de un avión.