Cómo lavar y guardar las chaquetas de invierno para que duren más: guía según el tipo de material

MADRID 24 Mar. (EUROPA PRESS) -

Con el invierno llegando a su fin y la primavera avanzando, pronto llegará el momento de guardar las chaquetas más abrigadas hasta la próxima temporada. Pero antes de guardarlas en el armario, conviene dedicarles un último cuidado: lavarlas adecuadamente.

El sudor, los olores y la suciedad acumulada durante los meses fríos pueden afectar a los tejidos y acortar la vida útil de la prenda si no se limpian bien antes de almacenarlas. Pero, ¿cómo hacerlo correctamente?

Para mantenerlas en buen estado es fundamental conocer cómo cuidarlas según el tipo de material. Ya sean de plumas, lana, tejidos sintéticos o cuero, cada una requiere un tratamiento específico que permita limpiarlas sin dañarlas.

CHAQUETA DE PLUMAS

El plumón y las plumas necesitan cuidados especiales, ya que están recubiertos por una fina capa de grasa natural que actúa como aislante térmico. Al lavar estas prendas en la lavadora, dicha capa puede deteriorarse, lo que reduce su capacidad para conservar el calor. Por este motivo, no se recomienda lavarlas con demasiada frecuencia, ya que cada lavado afecta a sus propiedades aislantes y a su volumen característico.

Limpieza en lavadora:

Antes de meter la prenda en la lavadora, vacía todos los bolsillos y asegúrate de cerrar bien las cremalleras, esto evitará que se enganche con otros tejidos y cause daños.

Consulta la etiqueta de la prenda para verificar las recomendaciones del fabricante. El ciclo ideal es a 30ºC, utilizando un detergente líquido especial para el material o detergente líquido para ropa técnica deportiva. Se deben evitar los detergentes convencionales que contienen enzimas y perfumes, ya que pueden dañar el tratamiento hidrófugo del plumón. Además, coloca 2 o 3 pelotas de tenis en el tambor para evitar que las plumas se apelmacen.

Realiza un centrifugado suave para evitar que las plumas se agrupen en el interior de la chaqueta. Además, se recomienda un aclarado adicional para evitar restos de detergente.

Por último, la mejor manera de secar el abrigo es en una secadora, colocando la prenda junto con las pelotas de tenis. Se recomienda realizar ciclos suaves, agitando la chaqueta entre cada uno para romper los grumos de plumas. Si no se dispone de secadora, la alternativa es secar la chaqueta en posición horizontal sobre una toalla y agitarlo pediódicamente.

ABRIGOS DE LANA

La lana es un tejido delicado, por lo que requiere un cuidado especial. Se recomienda lavarlo a mano o utilizando el programa de lana en la lavadora. Este material necesita un detergente especial para lana y agua tibia.

Para secarlo, en vez de colgarlo, es mejor secar el abrigo en posición horizontal, preferiblemente sobre una toalla, para que no pierda su tamaño. Este método preserva la estructura del tejido.

CHAQUETAS DE MATERIALES SINTÉTICOS

Las chaquetas de fibras sintéticas son más fáciles de mantener, aunque también cuentan con sus recomendaciones. Se debe evitar lavarlas a temperaturas superiores a 40°C y siempre elegir un detergente suave. También se debe seleccionar un ciclo delicado en la lavadora y evitar el uso de suavizantes, ya que pueden dañar las fibras y reducir la transpirabilidad de la prenda.

Lo mejor para estas prendas es el secado al aire o, en el caso de utilizar secadora, a baja temperatura.

AMERICANA DE INVIERNO

Las chaquetas americanas de invierno son complejas de cuidar. Si se desea lavar en la lavadora, se debe consultar la etiqueta para asegurarse de que la prenda es apta para este tipo de lavado.

En algunos casos, es mejor optar por el lavado a mano para evitar dañar el tejido. Además, se recomienda usar productos específicos para cada tipo de material y asegurarse de secar la prenda según las instrucciones del fabricante.

CHAQUETA DE CUERO

La manutención de una chaqueta de cuero en buen estado es un tema delicado. Es habitual dejar este tipo de limpieza en manos de profesionales. Sin embargo, se puede conservar el cuero limpio de polvo utilizando un paño suave o un cepillo especializado. Además, es recomendable tratar la chaqueta con un impermeabilizante una vez al año y aplicar un bálsamo para prevenir la sequedad y el daño.