EDIZIONES, 12 dic.
El uno de enero del año 2016 no fue igual que otros comienzos de año para Lexi Reed y su marido, Danny. Aquel uno de enero, esta pareja de Terre Haute, Indiana, decidió ponerse firme en su propósito de Año Nuevo de perder peso por dos simples motivos: ser padres en un futuro y vivir una vida más larga juntos.
Por aquel entonces, Lexi rondaba los 220 kilos de peso y Danny los 130. Ambos presentaban un problema de obesidad, pero en el caso de Lexi, la cosa era bastante seria. Claro que su estilo de vida lo explicaba todo: La pareja consumía a diario cerca de 8000 calorías de comida basura cada día. Esto unido al sedentarismo y la inactividad solo podía empeorar.
¿Qué hicieron entonces? Para el 1 de enero de 2016 Lexi y Danny hicieron un replanteamiento de su vida, su estilo de vida y su alimentación. Decidieron ponerse en forma juntos y en dieciocho meses lograron perder más de 180 kilos entre los dos en doce meses.
"No teníamos un plan de comidas, ni cirugía, ni entrenador personal, pero lo que sí teníamos era el uno para el otro y la motivación interna de trabajar duro todos los días".
La pareja cambió la comida basura por comida casera y acudió al gimnasio cinco de los siete días de la semana. En el proceso, documentado y compartido en Instagram, Lexi acumuló 500 mil seguidores inspirados por su fuerza de voluntad.
Hace unos días Lexi compartió una fotografía del antes y el después del proceso que se hizo viral. En ella lucen casi irreconocibles.
La fotografía seguro que anima a mucha gente a ponerse manos a la obra con el que, sin duda, es el propósito para Año Nuevo más repetido -y más obviado- de mucha gente.