Oymyakon: el pueblo más frío del mundo con temperaturas de -60ºC

DESCONECTA, 04 Feb.

En el corazón de Siberia se encuentra Oymyakon, el conocido como el pueblo más frío del mundo, donde la temperatura media del termómetro marca 50ºC bajo cero durante los meses de invierno. Sin embargo, y a pesar del clima extremo, una población de casi 1000 habitantes vive en el valle de Oymyakon, situado entre dos montañas.

Oymyakon, que en el idioma Yakuto curiosamente significa 'agua líquida o agua que no se congela', está situada en la República de Saja, al noroeste de Rusia. La zona de Saja registró en el año 1933 una temperatura de -67,8 grados Celsius, la temperatura más fría registrada en una zona habitada en el hemisferio norte desde el comienzo del siglo 20, según la Oficina Meteorológica del Reino Unido.

A pesar de ello, como decíamos, la gente vive en el pueblo y éste está equipado con algunas escuelas, una oficina de correo, un banco e incluso una pista de aeropuerto cercano, aunque éste último está operativo sólo en meses cálidos de verano, donde llegan a alcanzar los 35 grados.

El verano es la mejor época para este peculiar pueblo que vive del ganado, la caza y la pesca, pues de junio a octubre es el único momento en que las vacas son capaces de dar leche y poder así comerciar con ella. El comercio de este producto no se hace como lo conocemos, sino que se hace en grandes bloques de leche congelada porque el estado líquido de los elementos es algo imposible de ver en Oymyakon.

El frío en este pueblo es tal, que en cuanto un pez es sacado del agua del lago, se congela inmediatamente.

No existen hoteles como tal. Las casas son de madera y no cuentan con un sistema de cañerías porque el hielo las destrozaría, por lo que hacen sus necesidades en clásicas letrinas fuera de casa.

El agua la consumen en grandes bloques de hielo que tienen que ir a buscar.

El colegio suspende sus clases si la temperatura baja más de 51 grados porque físicamente existe riesgo de congelación si se permanece más de 15 minutos en la calle. Los animales, como los caballos, se han adaptado al clima, siendo animales casi salvajes con frondoso pelaje y patas muy cortas.

La gasolina de los coches se congela a -45º C, por lo que no apagan el motor más de media hora.

La actividad favorita de los habitantes es reunirse en las casas públicas del pueblo a practicar el ajedrez o en las discotecas locales a mover el esqueleto. También se relajan en las saunas, donde el contraste de temperatura del interior y el exterior es de casi 100 grados centígrados.

Si a pesar de ello, te atreves a visitar este gélido pueblo perdido de Siberia quizás te anime saber que, si lo deseas, tu visita estará certificada con un documento que afirma que has estado en el pueblo más frío del mundo.