EDIZIONES, 24 ene.
El buzón de correos de Susami, ubicado en el distrito de Nishimuro de la prefectura de Wakayama, Japón, está a 10 metros bajo el mar. Por increíble que parezca, cada día un hombre se enfunda en un traje de buceo para recoger y entregar las cartas allí depositadas a la oficina de correos. Hasta la fecha se han enviado casi 38.000 cartas; una media de 1.500/2.000 cartas al año.
Hasta aquí, lo primero que uno se plantea es "¿Por qué? ¿Por qué un buzón de correos bajo el agua?". La respuesta tiene que ver con el turismo.
Susami es un pueblo pesquero costero con una superficie aproximada de 175 kilómetros cuadrados, y una población de cinco mil personas, según un censo reciente. La población no tiene mucho más a destacar, salvo un buzón de correos ubicado a 10 metros bajo el agua completamente funcional.
Era el año 1999 cuando, en un intento de atraer mayor turismo a la localidad japonesa, Toshihiko Matsumoto, el jefe de correos, tuvo una idea única de colocar un buzón debajo del agua. Para usarlo no hay más que comprar tarjetas a prueba del líquido elemento y escribir sobre ella con tintas aceitosas. Y un pequeño detalle más: si también quieres hacer llegar tu carta a su destinatario tienes que meterte en un traje de buzo e ir hasta el fondo del océano para depositarla en el buzón.
Una idea redonda, para un pueblo pesquero como Susami.
Lo cierto es que el servicio es bastante frecuentado por los lugareños y por los turistas, que se desplazan hasta Susami solo para este fin.