MADRID, 19 nov. (EDIZIONES)
Cuando las luces se apagan y aparece la sombra de un par de manos en una pantalla iluminada, Drew Colby hace que esas manos se transformen en un pájaro, un conejo, un elefante, un río que fluye o la cara de un hombre, y que el público, aparte de asombro, muestre interés sobre cómo es posible hacer eso.
Y "eso" es posible gracias al talento de Colby, un artista londinense, de 46 años, especializado en el antiguo arte de las sombras chinescas, es decir, el arte de crear y animar imágenes de sombras usando poco más que un par de manos.
El artista se ha hecho muy popular en Internet gracias a sus vídeos haciendo sombras chinescas.
"Empecé a jugar con marionetas cuando tenía cinco años. Después me picó el gusanillo de las sombras. De esto hace ya diez años", dijo.
En manos de Drew Colby, la forma de arte es una fuente de comedia, belleza y asombro.
Al transformarse en una variedad de personajes carismáticos en un abrir y cerrar de ojos, Colby crea un espacio de actuación lúdica en sus espectáculos en los que anima al espectador a participar y a llevarse lo aprendido a casa.