MADRID, 25 nov. (EDIZIONES)
Con 20 semanas de embarazo, a Bethan Simpson, de 27 años, de Burnham-on-Crouch, Essex, le dijeron que su bebé tenía espina bífida.
Tras el diagnóstico, los médicos dijeron a la joven madre que su hija no caminaría porque su columna no se estaba desarrollando correctamente.
Un año después de su nacimiento, la pequeña Elouise no solo camina, sino que, además, le encanta salpicar en los charcos, tal y como se puede ver en estas imágenes.
"Cuando la vi dar sus primeros pasos no me lo podía creer. Tuve que grabarla dos veces para asegurarme de que no me lo estaba imaginando", dijo la orgullosa madre a Daily Mail.
Antes de someterse a la cirugía que cambió el destino de su hija, a Bethan le ofrecieron interrumpir el embarazo en dos ocasiones. La primera, tras la exploración de la semana 20 y la segunda, a los dos días, cuando la derivaron a un hospital de Londres para evaluar sus opciones.
Tras la negativa de Bethan, los médicos le hablaron de una nueva cirugía disponible que se llevaría a cabo en el útero, siendo ellos la cuarta familia a la que se la practicarían.
La operación tuvo lugar en enero de 2019, cuando Elouise pesaba menos de medio kilo, y fue un éxito. Tras guardar reposo absoluto durante los meses siguientes, Bethan dio a luz a su hija el 1 de abril de ese año en una cesárea programada.