Madrid, 26 de jul. (EDIZIONES)
Natalie Bell, madre de una niña con sordera llamada Shae, se preguntó qué pasaría si su hija tuviese un accidente de coche y no pudiese comunicar a los servicios de asistencia su condición. La solución que se le ocurrió: ha creado unas cubiertas para cinturones de seguridad que indican a quién lo lea el tipo de discapacidad que sufre la persona que los lleva.
Natalie, de 32 años y residente en Australia, es madre de cuatro niños además de Shae. La pequeña lleva un implante coclear para mejorar su audición que le impide someterse a ciertas pruebas médicas como una resonancia magnética. La madre ha explicado que la pulsera que lleva Shae muchas veces queda cubierta por la ropa y que, en caso de accidente, la manera más llamativa de avisar de su sordera es con este cinturón.
La madre ha diseñado varios modelos adaptados a las distintas condiciones que puede sufrir una persona. Por ejemplo, el autismo, en la que indica que "probablemente me resista a que me ayuden"; el Síndrome de Down, con el mismo mensaje o una destinada a personas que padezcan diabetes y que alerta de la "dependencia de la insulina". Natalie ha explicado en declaraciones para el diario argentino 'Clarín' que de este modo "se pueden salvar muchas vidas" y que está dispuesta a realizar distintos modelos que puedan ser utilizados en otras ocasiones como en la mochila del colegio o en las correas de senderismo.
Shae, hija de Natalie, con un modelo diseñado para mochilas. FACEBOOK/ ¡Personalised by Nat'