MADRID, 16 mar. (EDIZIONES)
Zana Bejta es una niña autista, de 9 años, que también padece el síndrome de Moebius, una enfermedad congénita que afecta a su vista y su oído y que le provoca parálisis facial y retraso en sus habilidades motoras.
En todo este tiempo, su madre, Justine, sólo había oído a su hija decir un puñado de veces la palabra "mamá". Pero todo cambió cuando llegó Luna, un labrador de color negro que la familia recibió como perro de asistencia para Zana.
Desde el primer momento, Zana y Luna entablaron una adorable amistad y, desde entonces, la niña es capaz de llamar a la perrita por su nombre e incluso es capaz de jugar con ella y abrazarla, algo que Zana ni siquiera hace con sus hermanos pequeños.
Luna ha cambiado, no solo la vida de Zana, sino de la familia al completo.
La perrita llegó a la familia gracias a Dogs for Autism, la primera organización benéfica del Reino Unido que proporciona exclusivamente perros de asistencia para el autismo.
Si bien las necesidades de cada cliente autista y su familia son diferentes, todos los perros de Dogs for Autism están entrenados para caminar tranquilos por la calle con el arnés; regular el sistema propioceptivo y reducir la ansiedad; juegos de comunicación para fomentar el compromiso social, el habla, el lenguaje y la confianza social; y el establecimiento de conductas para promover la relajación y la autorregulación.