MADRID, 3 Mar. (EDIZIONES)-
Bethany Tranter, de 25 años, de Manchester (Reino Unido), se encontró con una inesperada escena después de que su hija de dos años se hiciera con un bolígrafo y un lápiz de ojos, antes de irrumpir en la habitación de invitados.
Tranter, salió durante 30 minutos a un supermercado cercano a su casa, tiempo suficiente para que su hija Aria se hiciera con un rotulador y pintara las paredes de la habitación.
"Aria es como la mayoría de los niños de su edad, ya que le encanta rebuscar en todo lo que tiene a la vista, aunque haya una cerradura de por medio", explicó Bethany.
La habitación en cuestión tenía dos cerraduras para niños, pero aun así la pequeña consiguió entrar y pintar todas las paredes.