MADRID, 9 jun. (EDIZIONES)
Es un hecho que la Covid-19 ha transformado la manera en la que vivimos e incluso en la forma en la que nos relacionamos. A estas alturas nadie duda de la "huella" psicológica y social que la pandemia está dejando en la mayoría de la población.
A Jimmy Monaghan, de 24 años, de Nueva York, Estados Unidos, la pandemia le ha pasado factura. Jimmy tiene autismo y, a pesar de que había hecho grandes progresos en su vida, la pandemia hizo que se desmotivara poco a poco.
Por fortuna, el joven pertenece a una familia preocupada y cariñosa, que se puso de acuerdo para darle una sorpresa.
El pasado 22 de mayo, la hermana de Jimmy, Madelyn Monaghan, de 25 años, le dijo que saliera un momento de casa porque tenía algo que enseñarle.
La familia de Madelyn pensó que Jimmy necesitaba algo que le levantara el ánimo y le diera un nuevo enfoque, así que le regalaron un cachorro.
En cuanto Jimmy vio al perrito, su cara le cambió por completo y sus ojos se iluminaron con la chispa de la ilusión de un niño pequeño. Después de la emoción inicial solo podía repetir: "Es muy mono, muchas gracias".