MADRID, 11 Abr. (EDIZIONES) -
No hay más ciego que el no quiere ver. Que el que oye pero no quiere escuchar lo que le están diciendo. El que se empeña en ignorar lo que ocurre a kilómetros de su hogar y solo muestra interés cuando se sienta a comer mientras ve el telediario. La sangre se derrama a kilómetros de nuestras casas, miles de personas yacen en las calles, y los tiroteos constantes no cesan. Todo eso es una realidad que pocas veces está presente y eso es justo lo que Ugur Gallenkus, un artista turco, quiere denunciar a través de sus composiciones de imágenes en las que se ve la gran brecha entre Oriente y Occidente.
Este artista ha conseguido transmitir a miles de personas su mensaje de desigualdad gracias a sus montajes, en los que se ve cómo en un lado de la fotografía hay imágenes reales de fiestas, maratones y escenas felices recogidas de noticias de Occidente y en la otra, la cruda realidad que se vive en Oriente y la lucha constante por huir del caos. Mientras unos niños corren para conseguir un premio y cruzar una meta, otros huyen para salvar su vida. Mientras unos disfrutan de la playa, otros luchan por un futuro incierto arriesgándose a cruzar el Mediterráneo.
Según ha indicado Gallenkus a 'Europa Press', su "objetivo es dar a los habitantes de los países subdesarrollados el mensaje de que pueden ser tan fuertes y pacíficos como los países desarrollados" y recordar con estos montajes a los residentes en los países desarrollados que "las personas en los países subdesarrollados viven con dolor, hambre y guerra". Además, asegura que su trabajo "no solo ofrece imagénes de guerra" sino que son una "comparativa" y gracias a eso la gente "piensa y empatiza".
Gallenkus ha indicado que comenzó a trabajar en este "universo paralelo" en 2015 con los refugiados sirios que huían a Turquía para llegar a Europa y escapar de la guerra. Señala que su primer montaje fue con la imagen que dio la vuelta al mundo de Aylan Kurdi, un pequeño de 3 años, que murió ahogado en el mar Egeo y fue hallado en una playa de Turquía en un fallido intento de huir de la guerra de Siria.
El artista comenzó a publicar sus creaciones en 2015 a través de redes de contenido global y de esta manera consiguió llegar "a todo el mundo". Gallenkus asegura que "el poder de las redes sociales es muy positivo y causa conciencia", además señala que recibe miles de mensajes de todas partes del mundo. "La gente está harta de las guerras", sentencia.
Gallenkus actualmente cuenta con más de 395k seguidores y un sinfín de interacciones en su cuenta de instagram, @ugurgallen.
UNA MANCHA EN LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD
Desde 2011, la guerra en Siria ha ocasionado la muerte de más de 370.000 personas, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.
A diario aparecen cientos de imágenes que demuestran la masacre del conflicto. Pero la realidad no es solo la dolorosa cifra de fallecidos, también hay otra realidad latente en esta guerra y es la de los refugiados que arriesgan su vida para salir de las garras del dolor y los bombardeos. Según la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), la guerra ha forzado a 6,1 millones de personas a huir de sus hogares dentro de Siria y han obligado a 5,6 millones de refugiados a buscar seguridad en los países de la región.