MADRID, 18 Oct. (EDIZIONES) - Este es el dramático momento en el que un luchador profesional de caimanes se pasa de la raya y acaba perdiendo parte del pie.
Tyson Florence, de 36 años, estaba llevando a cabo su rutina frente a una multitud animada cuando su mano se resbaló, permitiendo que la mandíbula del caimán se aferrara a su pie derecho, cortando casi por completo su dedo gordo del pie.
Los espectadores corrieron inmediatamente a rescatarlo y Tyson consiguió salir de la piscina hinchable antes de ser trasladado en camilla al hospital.
Por desgracia, los médicos no pudieron salvarle el dedo: "En cuanto ocurrió, se me pasaron un millón de cosas por la cabeza. Sé y he sabido durante mucho tiempo que cuando se trabaja con estos animales, siempre existe la posibilidad de perder una extremidad, así que sabía que podría pasarme a mí algún día, pero siempre tienes la esperanza de que no te pase".
A principios de año, Tyson actuó en la reserva de Big Cypress, en Florida, donde la tribu seminola organiza anualmente actos tradicionales nativos.
El evento incluye un segmento de lucha libre con caimanes salvajes, al que acuden personas de todos los estados para mostrar sus habilidades con los animales con trucos y acrobacias sobre el terreno.
Tyson, uno de los 10 concursantes, se quita los zapatos para dejar al descubierto sus pies descalzos y empieza a dar golpecitos al enorme reptil y a agitar las manos a través de su boca abierta.
En un abrir y cerrar de ojos, pierde el agarre y la boca del caimán se aferra a su pie y empieza a dar vueltas mortales. Inmediatamente, los espectadores acuden en su ayuda: tres de ellos sujetan el cuerpo del caimán y un cuarto le cierra la boca mientras Tyson sale de la piscina.
El afectado declara que: "El momento en que me enteré de que iba a perder el dedo fue horrible. Me disgusté mucho, pero lo acepté. Físicamente todavía hay mucho dolor y hay días que es peor que otros y lo mismo me pasa mentalmente"