El 50% de los alquileres necesitan de más de un sueldo al situarse la renta media en más de 900 euros

Archivo - Carteles de se alquila en el barrio de Almagro, en Madrid (España)
Archivo - Carteles de se alquila en el barrio de Almagro, en Madrid (España) - Jesús Hellín - Europa Press - Archivo
Publicado: miércoles, 10 julio 2024 12:17

FAI avisa de una crisis de oferta de vivienda habitual y de que los inquilinos destinan ya hasta el 56% de su salario en pagar la renta

MADRID, 10 Jul. (EUROPA PRESS) -

La mitad (50,01%) de los alquileres que se gestionan en España necesitan de más de un sueldo o ingresos de más de una persona para pagar la renta mensual, según un estudio realizado por la Federación Nacional de Asociaciones Inmobiliaria (FAI) sobre la situación actual del mercado del alquiler y el perfil del arrendador y arrendatario.

En este contexto, el mismo estudio señala que las viviendas que más se alquilan tienen una media de 76,89 metros cuadrados y que el precio medio máximo más demandado por el potencial inquilino es de 764,32 euros, mientras que el precio medio nacional de la vivienda que más se alquila se sitúa entre los 900 y 1.000 euros.

La información recopilada por FAI también indica que la media nacional de la nómina de una persona que alquila sola una vivienda es de 1.782,43 euros, y, en el caso de un alquiler por parejas o pisos compartidos, la suma de los ingresos es de 2.091,39 euros.

De igual manera, el informe muestra que el 73,5% de los inquilinos son parejas. En cambio, el porcentaje de personas solas que alquilan es muy inferior y se sitúa en el 17,3%. Le siguen las personas que comparten piso sin vínculos familiares, con el 7,3%, y empresas, que suponen el 1,8%.

Más concretamente, el 40,7% de las agencias consultadas indica que los arrendatarios son parejas con hijos y el 32,8% indica que son parejas sin hijos. En relación a la edad, la franja mayoritaria de los inquilinos se sitúa entre los 30 y 40 años.

EL ALQUILER TEMPORAL SUPONE EL 25% DE LOS ARRENDAMIENTOS

Sobre el uso que le dan, el 39,2% de las agencias señala que lo hacen como vivienda habitual por cambio de casa, el 30,1% indica que alquilan para residencia habitual por emancipación. Le sigue el alquiler de temporada por motivos laborales, según el 14,7%, y el de estudios, según el 10,3%. Ambas modalidades de alquiler temporal suman el 25% de los alquileres, según las inmobiliarias.

Con respecto al propietario tipo en España, es el de una persona o familia de 49,3 años, que en el 42% de los casos, indican las agencias, arrenda o arrendan su vivienda por inversión a largo plazo para garantizarse una jubilación o el pago de una residencia de mayores.

Por detrás, están los arrendadores que cambian de casa para vivir (32,8%), los que quieren obtener rendimiento a una herencia (19,3%) y los que lo hacen por traslado a otro municipio o ciudad debido a motivos laborales o formativos (el 15,4%).

LA OFERTA DE VIVIENDA CAE UN 37,2% Y LA DEMANDA SUBE UN 20,23%

Por otro lado, en el informe de FAI se muestra que la oferta del alquiler habitual ha caído a nivel nacional un 37,2% en junio en tasa interanual, mientras que la demanda ha crecido, durante el mismo período, un 20,23%.

"Estamos ante la crisis habitacional más grave de los últimos 50 años, ya que, en un año, ha desaparecido más de un tercio de la oferta de pisos o casas para alquiler habitual y hay un comportamiento alcista de la demanda de vivienda de larga estancia pocas veces visto", ha asegurado el presidente de FAI, José María Alfaro.

En este escenario, avisa de que los inquilinos en España están haciendo un esfuerzo económico muchas veces "imposible" para hacer frente a unas rentas que suponen ya destinar entre el 45% y el 56% de su sueldo.

"Estamos abocados a situaciones de infraviviendas, a un alto riesgo de potencial burbuja de morosidad, en caso que la economía enfríe, y a que alquiler se convierta en un lujo si no se toman medidas efectivas y técnicas para generar oferta sobre la vivienda existente", ha advertido Alfaro.

Por ello, ha pedido articular iniciativas para que aflore la vivienda vacía y recuperar la confianza de los arrendadores que se han pasado a otros usos de alquiler, ante el miedo e incertidumbre de los propietarios por falta de seguridad jurídica e incentivos.