MADRID, 3 Abr. (EUROPA PRESS) -
El director del Servicio de Estudios de Tinsa, Rafael Gil, cree que la crisis provocada por el coronavirus puede trastocar paradigmas hasta el punto de transformar "inexorablemente" determinadas actividades productivas y características de la oferta y la demanda.
En un comunicado, ha señalado que una paralización "tan drástica" como la presente bien puede determinar cifras de caídas cercanas al 100% de la actividad a corto plazo e incrementos subsiguientes aún más notorios, "partiendo de números tan exiguos".
Sobre si la recuperación se dibujará en forma de 'U' o 'V', ha resaltado que dependerá de la duración de la parálisis y del daño acumulado que cause en el tejido productivo y en las economías familiares.
No obstante, ha resaltado que son muchos los interrogantes que se plantean respecto a los cambios que podrían suceder. Así, ha apuntado que el mercado de la alquiler, que es más proclive a ajustes acelerados, podría ser uno de los principales afectados en el corto plazo, en tanto que se registrará un aumento inmediato de la oferta de alquiler tradicional en detrimento del turístico.
Esto, según Gil, se sumaría "a la decidida apuesta que ya venía observándose tanto desde el ámbito privado como el público por incrementar su peso relativo y así relajar tensiones de déficit de oferta y apreciación excesiva en las principales ciudades".
Respecto a la compraventa, asume que habrá una repercusión generalizada de esta crisis sobre la demanda, determinados segmentos más dependientes de compradores foráneos acusarán antes y en mayor medida el impacto.
Asimismo, piensa que las cifras de inversión se resentirán, pero que, al igual que en el final del anterior periodo de crisis, se generarán oportunidades que en un mercado ya consolidado habían desaparecido. También cree que es de esperar que el valor refugio de la vivienda frente a opciones de inversión alternativas en un contexto mucho más volátil se acreciente.
Por otro lado, apunta que otros posibles cambios sobrevenidos y sus implicaciones son "difícilmente previsibles" y que pueden ir desde la asunción de moratorias por parte de promotoras y socimis hasta el nuevo rol de fondos, "reconvertidos en los últimos años de oportunistas hasta intervinientes principales en todo el ciclo de un mercado maduro".
De hecho, ha resaltado que incluso se plantean nuevos escenarios sin precedentes que vendrían de una demanda muy distinta. "El prolongado confinamiento constituiría una ocasión para repensar necesidades habitacionales diferentes a las que la oferta habrá de atender", ha añadido.
IMPACTO DE LAS MEDIDAS MACROECONÓMICAS
Además, cree que, en el plano macroeconómico, la implementación de medidas como planes de reconstrucción económica, inyecciones monetarias directas a familias y empresas o la aceleración de experimentos como rentas básicas transformarían las condiciones de la demanda potencial y determinarían de manera clave los ajustes, entre ellos los de precios de vivienda.
Para Gil, cada día adicional de esta situación "única" invita a prever grandes cambios cuantitativos y cualitativos. "Independientemente de cuándo se retorne a cifras de actividad semejantes a las anteriores a esta crisis, probablemente muchos paradigmas sociales, económicos y del propio sector inmobiliario cambien profundamente", ha concluido.