MADRID, 24 Jul. (EUROPA PRESS) -
Bombardier, con la colaboración de Endesa, compite por el contrato para implantar en Madrid la que será la primera línea de autobús urbano eléctrico del país que se cargará por inducción a través del suelo y mientras está en servicio, según informaron a Europa Press en fuentes del sector.
El proyecto, estimado en unos dos millones de euros, supone aportar a la Empresa Municipal de Transportes (EMT) todos los sistemas y componentes necesarios para habilitar una línea de transporte urbano de este tipo y realizar su instalación.
Las empresas que se adjudiquen el proyecto se encargarán de redactar el proyecto y acometer las obras necesarias para instalar la infraestructura de carga por inducción en las cabeceras de la línea, en la calle, en las cocheras y en los autobuses.
Los trabajos abarcan la adaptación de vehículos para adecuarlos al nuevo sistema cambiándoles la batería y convirtiéndolos de híbridos a eléctricos. En concreto, se habilitarán cinco autobuses híbridos de la marca Castrosua, de los asignados a la línea 76, que cubre los distritos de Usera y Villaverde de la capital.
La EMT de Madrid licitó el pasado mes de mayo este proyecto, para el que ya se han presentado ofertas y que se enmarca en la estrategia de la promoción de la movilidad sostenible y libre de emisiones de la capital.
Los sistemas de carga por inducción de vehículos eléctricos evitan la instalación de cables de alta tensión o mobiliario urbano en la vía pública para ubicar postes de recarga.
Además, su instalación bajo el asfalto reduce su coste de mantenimiento, dado que experimentan menor deterioro y no están expuestos a adversas condiciones meteorológicas y posibles actos vandálicos.
INDUCCIÓN MAGNÉTICA.
En el caso de Bombardier y Endesa, concurren para hacerse con este proyecto con el sistema 'Primove' de suministro de energía a vehículos eléctricos de la multinacional canadiense.
Se trata de un sistema de inducción magnética que, según datos de la página web de la compañía recogidos por Europa Press, permite reducir el número de baterías y el espacio necesario para su instalación. Asimismo, posibilita mantener una porcentaje mínimo de carga siempre superior al 40%, para garantizar autonomía y flexibilidad.
Además, no requiere que los conductores realicen tareas adicionales para recargar el vehículo, que toma energía de forma silenciosa y rápida, y ofrece un mayor confort a los pasajeros, dado que cuenta con un sistema de aceleración más uniforme y con menos vibraciones.