El regulador advierte de que la luz se contrata a menudo sin conocer los términos y en condiciones menos ventajosas
MADRID, 15 Ene. (EUROPA PRESS) -
Las diferencias entre la oferta más cara y la más barata que los consumidores domésticos de electricidad pueden encontrar en el mercado alcanzan los 180 euros al año, según se aprecia en el informe de supervisión sobre esta materia elaborado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
En el caso del gas, las ofertas disponibles en el mercado para los consumidores domésticos con derecho a la tarifa regulada presentan diferencias de precios de entre 39 y 60 euros al año entre la más barata y la más cara.
La CNMC indica además en el informe que ha detectado "en muchos casos" que la contratación de la electricidad y del gas se hace sin que el consumidor comprenda todos los términos de la oferta, lo que hace que contrate un servicio que no se adecúe a sus necesidades o sea más caro que el que tiene.
Ante esta circunstancia, el regulador ha aprovechado para publicar un decálogo de consejeros y recomendar que se comparen los precios y los servicios que se ofrecen, así como que se lea atentamente el contrato antes de tomar una decisión.
El informe del regulador muestra que, entre junio de 2013 y junio de 2014, se han incrementado las ofertas disponibles, hasta alcanzar 275 en el suministro de electricidad, 100 en el suministro de gas y 63 de suministro dual de gas y electricidad. El número de empresas que suministra electricidad se elevó a 45 y, en caso del gas, a siete.
Los consumidores disponen ahora de distintas opciones, incluida la de contratar servicios como el mantenimiento de la caldera o la instalación eléctrica, si bien el coste de los mismos oscila entre 40 y 150 euros anuales. También existen ofertas con un precio fijo anual o incluso tarifas planas independientes del consumo.
Si se consideran solo las ofertas que no incluyen servicios adicionales, la diferencia entre la contratación más barata y la más cara disponible puede suponer una diferencia de casi 200 euros para el consumidor doméstico o de 3.000 euros para una pyme.
Las diferencias de precios se acentúan en el caso de las ofertas para los consumidores sin derecho al Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC), esto es, un gran consumidor doméstico, un pequeño negocio o una pyme con potencias contratadas superiores a 10 kilovatios (kW) y en alta tensión.
Para este grupo, el diferencial entre la oferta más cara y la más barata puede variar entre 900 y 2.800 euros al año, en función la modalidad de suministro, según el comparador de precios de la CNMC.
RECOMENDACIONES.
Tras ofrecer estos datos, la CNMC recomienda que los consumidores comparen los precios y los servicios que ofrecen varias empresas y que lean atentamente el contrato antes decidirse por una nueva oferta. Si el consumidor tiene dificultades para entender o comparar las ofertas de suministro de gas o de electricidad, puede utilizar aplicaciones como el comparador de la 'web' del regulador.
El regulador también hace recomendaciones a las comercializadoras. Para evitar que se contraten productos innecesarios, pide que se "eviten" las ventas domiciliarias y recomienda que, si se utilizan estos canales, se ofrezca al cliente una estimación económica del impacto que supone la nueva oferta con respecto a sus condiciones actuales.
Otra recomendación, en este caso para el consumidor, es la de comparar los precios y servicios de al menos un par de empresas diferentes. Las organizaciones de consumidores o las oficinas de las comercializadoras de atención al consumidor pueden servir para despejar dudas.
También conviene saber si se tiene derecho al bono social eléctrico, que ofrece la tarifa eléctrica más económica, así como examinar las condiciones de revisión de los precios e informarse sobre cuál es el procedimiento para efectuar una reclamación.