MADRID, 5 Jun. (EUROPA PRESS) -
La ministra para la Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera, ha asegurado que tomaba al presidente de Repsol, Antonio Brufau, por "un hombre moderno que entendía los tiempos y los desafíos de una empresa energética que tiene por delante unos cuantos interrogantes importantes" y ha subrayado que negar la realidad del proceso de cambio económico y social en materia de medio ambiente "no es inteligente".
En declaraciones a RNE recogidas por Europa Press, Ribera contestó así a Brufau, que el pasado viernes en la junta general de accionistas de Repsol pidió cautela ante el "ambicioso liderazgo" que el Gobierno de España quiere asumir para frenar las emisiones contaminantes, al considerar que conllevaría un coste para la industria del país sin que ello suponga una reducción de la contaminación, que solo se desplazaría a otros países "menos sensibles" a la reducción de emisiones.
La ministra reconoció su sorpresa por las palabras del directivo y consideró que una industria asociada al petróleo y el gas, "que sabemos que tiene una necesidad de transformación importante para adecuarse a las demandas, a las obligaciones, a las leyes y a los acuerdos internacionales que nos obligan a un modelo de desarrollo diferente, compatible con el medioambiente, y por tanto completamente descarbonizado", no debe centrar el debate en mantener una estrategia que "les convierta en líderes en exploración y explotación de hidrocarburos en los próximos 50 años".
"Cuando probablemente la pregunta fundamental es: ¿cómo ser líderes en un sector, el energético, que es fundamental para el desarrollo, pero que está en pleno proceso de transformación?", se cuestionó.
Así, Ribera abogó por ese cambio de "chip", ya que no se trata de descuidar los aspectos relativos a la producción industrial, "sino de un modelo industrial que tiene que incorporar esos límites ambientales". "Y eso nos ofrece muchas oportunidades, muy interesantes", añadió al respecto.
La titular de Transición Ecológica subrayó que estamos en un proceso de cambio y "negar esa realidad no es lo más inteligente". "Lo inteligente es pensar cuáles son las demandas de mis clientes, de mis conciudadanos, los puntos fuertes de mi empresa y de qué manera la estrategia empresarial la oriento a todo ese modelo de producción y consumo, que sabemos que es la realidad económica y la realidad social que se está imponiendo a escala global, y que España haría mal en descuidarse y perder ese tren", recalcó.