MADRID, 5 Nov. (EUROPA PRESS) -
El 45% de los 'family offices' españoles ha modificado su estrategia de inversión como consecuencia de la crisis del Covid-19, según una encuesta realizada por Deloitte y Family Office Managers Meetings (FOMM) a 50 gestoras de patrimonio de familias empresarias en España y Andorra.
Los 'family offices' españoles concentran sus inversiones en 'real estate' (44%) y en activos financieros (32%). Otros activos como 'commodities', arte o filantropía representan el 6% de la inversión.
En cuanto a la distribución geográfica de la inversión, esta se reparte en los mercados desarrollados de países europeos (73%), América del Norte (17%) y Asia (4%). Esta tendencia coincide con lo que ocurre a nivel internacional.
Otras alternativas de inversión, como el 'private equity' y el 'venture capital', son una motivación adicional para los 'family offices' para lograr una mayor diversificación y rentabilidad.
En el 43% de los 'family offices' es la segunda generación la que dirige la sociedad, mientras que en el 34% de los casos es la primera la encargada de la dirección. En el 59% de los casos conviven dos generaciones, según recoge el estudio 'El impacto más allá de la inversión estratégica'.
Por otro lado, las gestoras de patrimonio con más de tres generaciones conviviendo se ubican en el País Vasco, mientras que las de una generación están en la Comunidad Valenciana.
Entre las oficinas familiares que participaron en este estudio, el 42% se ubica en Cataluña; el 15% en Galicia; el País Vasco, la Comunidad Valenciana y Madrid tienen cada una un peso de un 9%. Andalucía tiene el 7%, Islas Canarias, el 5%; mientras que Aragón, Navarra y Murcia cuentan con un 2% de representación.
Un 72% de los encuestados admite que cuenta con asesores externos participando en el consejo de administración de su 'family office', mientras que el 42% dice tener algún sistema para evaluar el nivel de satisfacción de la familia.
En lo que se refiere al índice de satisfacción de la familia prevalece el resultado económico como principal evaluación, con un 55%. Los sistemas basados en el nivel de cohesión e integración familiar son menos comunes para medir el nivel de satisfacción (6%).
En cuanto a las áreas controladas de los 'family offices', el 58% dice tener un protocolo familiar, mientras que el 55% cuenta con una política de inversiones y el 44% ha establecido un reglamento de consejo.
La implementación de un código ético (27%), una política de conflicto de interés (20%) y un canal de denuncias (16%), son otros sistemas de medición vigentes.
En cuanto al compromiso con el legado familiar la mayoría (87%) cuenta con un plan de comunicación o de incorporación paulatina de las nuevas generaciones.