MADRID, 1 Jun. (EUROPA PRESS) -
Amundi recomienda a los inversores que, en el actual escenario, busquen resiliencia y traten de aprovechar las oportunidades que puedan surgir de la desincronización de los ciclos económicos y de las trayectorias divergentes en la acomodación de las políticas fiscales y monetarias.
En su presentación de las perspectivas de inversión para el segundo semestre de 2022, la gestora ha señalado que los inversores tendrán que navegar en un mundo fragmentado caracterizado por la ralentización del crecimiento, el aumento de la inflación y las crecientes divergencias entre regiones y sectores, en el que la dinámica de la combinación de políticas será "crucial".
"En medio de una inflación más alta y una volatilidad elevada, un crecimiento más lento y reducción de la liquidez global, los inversores deberían seguir siendo cautelosos en cuanto a la asignación de riesgos y buscar resiliencia y fuentes de rendimientos reales positivos, al mismo tiempo que intentar beneficiarse de las discrepancias entre regiones y sectores a raíz de la desincronización de los ciclos económicos", ha apuntado.
Según Amundi, el fuerte atractivo relativo de la renta variable frente a la renta fija se ha erosionado tras la gran revisión de valoraciones de los activos en la primera mitad del año, "lo que llama a una asignación más equilibrada".
En la inversión en renta variable, Amundi ha apuntado que el value, la calidad y los dividendos "deberían ser una buena combinación", ya que estos últimos representan un componente estable de los rendimientos cuando la inflación es alta. Asimismo, cree que la renta variable estadounidense es más resiliente que la de la europea, a pesar de las elevadas valoraciones, mientras que la renta variable china, con la desaceleración económica y rebajas de beneficios ya descontadas, "podría permitirse sorpresas positivas".
En cuanto a la renta fija, la firma recomienda a los inversores que adopten una postura táctica más neutral en cuanto a duración y busquen valores ligados a la inflación y tipos flotantes para protegerse de la misma.
En el segmento de crédito, Amundi favorece el grado de inversión en mercados desarrollados y el 'high yield' en mercados emergentes. Además, indica que una dinámica de correlaciones de activos cruzados más inestable en el contexto inflacionista exigirá a los inversores que busquen diversificación adicional en materias primas, estrategias de divisas (en particular las que favorecen divisas de países exportadores de materias primas) y estrategias alternativas con una baja correlación con la renta variable y la renta fija, como los activos reales. En ese segmento, Amundi se inclina por el sector inmobiliario y la deuda privada flotante.
El director de Inversiones del grupo Amundi, Vincent Mortier, ha confirmado que la era de los tipos de interés ultrabajos y negativos ha terminado y que esto seguirá depurando excesos en áreas del mercado impulsadas por la liquidez (SPACs, criptodivisas o valores 'ultra growth') y reenfocará a los inversores en los fundamentales, el apalancamiento de las compañías y los beneficios.
"La incertidumbre sobre la evolución de la combinación de políticas y en el frente geopolítico seguirá manteniendo la volatilidad elevada en todos los ámbitos", ha afirmado.
De su lado, la directora del Amundi Institute, Monica Defend, ha añadido que, en el complejo panorama actual, "los inversores deben buscar resiliencia y oportunidades que puedan surgir debido a un ciclo económico desincronizado y a las diferentes trayectorias de acomodación fiscal y monetaria". "La liquidez de las carteras ocupará un lugar destacado, ya que la liquidez global macro se irá reduciendo progresivamente", ha vaticinado.
CRECE EL RIESGO DE ESTANFLACIÓN
Por otro lado, Amundi ha apuntado que los riesgos de estanflación parecen generalizados, con un crecimiento real por debajo de potencial y una inflación que sigue siendo persistentemente superior a los objetivos de los bancos centrales.
Si bien un aterrizaje suave es una posibilidad en EE.UU., la gestora resalta que la zona euro parece "mucho más frágil" al soportar la peor parte de la subida de los precios de la energía, mientras que el crecimiento del PIB de todo el año en China debería reducirse por debajo del 4% debido a las restricciones del Covid.
Asimismo, en los mercados emergentes, los exportadores de materias primas, como Brasil, Sudáfrica e Indonesia, están preparados para salir ganadores, así como los países con mayor margen de maniobra político, apunta la firma.
Aunque Amundi ve probable que la inflación "haya tocado techo", avisa de que las presiones sobre los precios "deberían seguir manifestándose" debido a los cuellos de botella en las cadenas de suministro, los elevados precios de la energía y los alimentos y el crecimiento de los salarios en Estados Unidos, lo que pondrá fin a la era de los tipos de interés ultrabajos e incluso negativos de la pasada década.
Sin embargo, Amundi no prevé una normalización total de las políticas monetarias. "Los bancos centrales intentan equilibrar la necesidad de controlar la inflación desbocada con la de preservar el crecimiento, lo que hace que sea probable una desatención benigna de los bancos centrales hacia la inflación", ha explicado.
En este contexto, la gestora cree que será "clave" la dinámica de la combinación de políticas y la medida en la que los bancos centrales estén dispuestos a acometer estímulos fiscales adicionales en las distintas regiones. Mientras que EE.UU. "casi no tiene margen de maniobra fiscal" antes de las elecciones de mitad de mandato en noviembre, Amundi espera ver "una acomodación específica" en China.