Los analistas dudan de que la inyección de liquidez del BCE conlleve un aumento del crédito

Actualizado: miércoles, 29 febrero 2012 16:13

No esperan nuevas subastas similares hasta ver el impacto de estas operaciones, aunque no las descartan si empeorara la situación

   MADRID, 29 Feb. (EUROPA PRESS) -

   La inyección de liquidez en el sistema bancario europeo por valor de casi 530.000 millones de euros en la segunda subasta a tres años celebrada por el Banco Central Europeo (BCE) está ligeramente por encima de lo esperado por el mercado, pero los analistas creen que este dinero volverá, en términos generales, a ser utilizado por las entidades para sanear sus balances y dudan que ayude a que vuelva a fluir el crédito.

   El BCE ha adjudicado la cifra récord de 529.530,81 millones de euros a tipo fijo en la segunda subasta de liquidez con vencimiento a tres años celebrada por la institución, que contó con la participación de 800 entidades, frente a las 523 de la primera subasta, dato que destacan especialmente los analistas, que creen que en esta cifra indica que un mayor número de pequeños bancos han decido participar en la operación.

   En declaraciones a Europa Press, el director de gestión de Inversis, Fernando Hernández, señaló que la cifra está levemente por encima de la esperada por el consenso del mercado, pero tampoco llama "especialmente la atención". En su opinión, este dinero permitirá a las entidades resolver sus problemas de liquidez y solvencia a corto plazo y "ganar tiempo".  

   Así, añadió que en el corto plazo este dinero no mejorará el crédito, aunque recalcó que tampoco existe una demanda muy elevada del mismo, ya que las economías europeas están crecimiento muy poco o, como en el caso de España, contrayéndose. Hernández cree que si esta ganancia de tiempo logra sanear la situación de los bancos, podría verse una mejora del crédito en el largo plazo cuando la economía mejore.

   La analista de Selfbank, Covadonga Fernández recordó que la primera subasta no logró que comenzara a fluir el crédito como se pretendía y los bancos utilizaron buena parte del dinero a cubrir vencimientos y comprar deuda pública. En esta ocasión, confió en que comience a fluir el flujo de fondos a otros activos, como la renta variable, pero dudó también de que se traslade al crédito.

   Desde Atlas Capital, Susana Felpeto confió en que se note "algo más" en el crédito esta subasta en comparación con la de diciembre, cuando la liquidez no llegó a la economía final, y apuntó que es probable que las entidades aprovecharán esta liquidez para deshacer alguna posición en aquellos valores, sobre todo en acciones, que más recorrido han tenido.

   Por su parte, Juergen Michels, analista de Citigroup, destacó que la demanda de la subasta ha superado las expectativas, y consideró que el significativo incremento del número de bancos participantes "refleja la ampliación de los avales aceptados" tras la decisión del BCE de permitir a 7 bancos centrales nacionales relajar los criterios aplicados.

   De este modo, remarcó que los bancos de la periferia del euro emplearan esta liquidez para la compra de bonos soberanos de sus respectivos países, lo que supondrá, de manera indirecta, que el BCE "continúe actuando como prestamista de último recurso de los Estados".

   A su vez, Barclays Capital advirtió de que "no es probable" que este incremento de la liquidez tenga un gran impacto sobre las condiciones de liquidez en la zona euro, y subrayó que "llevará tiempo valorar el efecto de estas subastas en la economía".

NUEVAS SUBASTAS

   En esta línea, Hernández coincidió en que es el momento de esperar a ver los efectos que tiene esta política monetaria "agresiva" de medidas "excepcionales", y recordó que el BCE "no puede está disparando constantemente". Sin embargo, también incidió el que el BCE no ha cerrado la puerta y puede que, si se vuelve a productir un 'shock' este verano como el pasado, podrían verse medidas similares en octubre.

   "El BCE probablemente valorará ahora el impacto de las dos operaciones sobre las condiciones de préstamo al sector privado. No pensamos que el BCE vaya a celebrar más subastas a 3 años en un futuro próximo, aunque si hubiera tensiones significativas en la financiación de la banca, el BCE adoptará nuevas medidas, algo que podría venir motivado por una escalada de la crisis de deuda soberana", señaló el analista de Citigruoup.

   La analista de Atlas Capital agregó el BCE esperará a ver cómo reacciona la economía y cómo evolucionan los datos macroeconómicos antes de tomar decisiones sobre nuevas subastas, ya que, como ocurrió con los programas de 'Quantitive Easing' en Estados Unidos son necesarios unos meses para ver su impacto.

   Asimismo, la analista de Selfbank señaló que el BCE ya ha dejado claro que no va a estar de forma indefinida detrás de la banca ejerciendo como "salvador" de todos sus problemas, y señaló que dependerá de los resultados de estas operaciones el que veamos nuevas subastas similares en un futuro.

   En esta misma línea, Barclays apuntó que "es muy probable que en caso de registrarse un marcado deterioro de las condiciones se anuncien más operaciones, incluso con mayores plazos de vencimiento", aunque advierte de que al mismo tiempo que proporcionarían cierto alivio, estas operaciones también generarían dudas sobre la situación de los bancos europeos.

   De este modo, Barclays Capital señaló que "en cierto modo como las medidas de alivio cuantitativo en Reino Unido y EEUU, su impacto probablemente será cada vez más limitado".

GANAR TIEMPO.

   Por su parte, la agencia Standard & Poor's destaca que el 'bazuca' del BCE concede a la banca europea el tiempo necesario para adaptar su modelo de negocio y sus balances al reducir materialmente el riesgo de quiebras bancarias motivadas por problemas de liquidez y evitar el riesgo de una severa contracción del crédito que agravara las presiones recesivas en la eurozona.

   No obstante, considera que las medidas del BCE no afrontan los problemas estructurales subyacentes del sector bancario, como la baja capitalización de algunas entidades, la cuestionable viabilidad de ciertos modelos de negocio a medio plazo y la incertidumbre sobre la valoración de algunos activos y de la exposición a deuda soberana.

   Así, la agencia prevé otro año más de dificultades en el sector bancario a medida que las entidades continúan su desapalancamiento, vendiendo o liquidando actuivos no estratégicos y acumulando capital.