MADRID, 12 Jul. (EUROPA PRESS) -
Andbank no contempla un "proceso de destrucción intenso" de empleo, actividad y beneficios ante el endurecimiento monetario en Estados Unidos y Europa, si bien afirma que podría provocar una recesión de "carácter técnico".
Así lo han señalado el economista jefe y director de inversiones del Grupo Andbank, Alex Fusté, y la responsable macro de Andbank España, Marian Fernández, durante la presentación de las perspectivas económicas elaboradas por la entidad para el segundo semestre del año.
La firma espera que el ciclo de endurecimiento monetario sea "limitado en tiempo e intensidad", cifrando en el 3,75% o 4% el nivel final en el que se situarán los tipos de interés de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos.
"El discurso imperante es el de recesión, y en Andbank, aunque no se contempla una recesión con afectación grave al empleo, la actividad, y los beneficios empresariales, sí se reconoce que podría darse una recesión de carácter técnico", recogen las perspectivas de la entidad.
En caso de que se produzca una recesión moderada, ese entorno podría controlar "de facto" la parte posterior del ciclo de inflación, "haciendo innecesario que los tipos tengan que acomodarse por encima del 4% de forma estructural.
En este contexto, con la confirmación de unos tipos de interés estables en zonas bajas (inferiores al 4%) hace, según la entidad, que su estrategia recomendada sea la de empezar a tomar posiciones en duración, evitar de momento el crédito, y en renta variable poner el énfasis en los sectores de crecimiento no cíclico y de calidad (es decir, con beneficios estables), que se beneficiaría de una relajación en el plano de los tipos de interés.
En cambio, en tal escenario, Andbank recomienda reducir exposición en todo aquello sensible al ciclo (como energía, 'commodities', financieros), sobre el que recaerían las dudas por temor a una recesión prolongada.
Llegado a ese nivel máximo de los tipos de entre 3,75% y 4%, la entidad contempla que la economía global "continúe fuerte" y no se acabe materializando la recesión. Llegado ese momento, el banco considera que la Fed deberá afrontar una "decisión difícil" y decidir entre permitir una inflación alta durante bastante tiempo o por el contrario, "ponerle coto de forma drástica" mediante un ajuste monetario más intenso, que probablemente lleve a recesión.
Si opta por la primera opción, el ciclo continuaría expandiéndose junto con inflaciones altas, y en la estrategia preferible habría que optar por vender duración, comprar crédito flotante, y en renta variable apostar por ciclo y 'value', vendiendo 'crecimiento'.
Si en cambio la Fed opta por poner coto a la inflación, entonces la estrategia recomendada por Andbank volvería a ser la de comprar duración, evitar crédito, y poner el énfasis en el crecimiento no cíclico y de calidad, vendiendo el 'value'.
"Ninguna de las dos estrategias propuestas supone un posicionamiento extremadamente conservador puesto que aún consideramos que estamos en un mercado bajista dentro de un mercado secular alcista", señala Andbank.
En Europa, el banco señala que las referencias del Banco Central Europeo (BCE) en la senda de la normalización serán la opcionalidad, flexibilidad, gradualidad y dependencia de los datos. El mercado favorito, entre los de Europa, para la entidad sigue siendo el británico.
"La renta variable española es otra forma de potenciar la rentabilidad a través de segmentos cíclicos del mercado en los próximos meses, en espera de que impere un entorno no recesivo. Con la recuperación de la movilidad en Europa y un BCE cada vez más sensible a la periferia, España podría estar entre los más favorecidos", añade.
INFLACIÓN
Andbank espera que la inflación se modere en los próximos dos o tres meses, "siempre y cuando no se dé un deterioro adicional en la política exterior". La firma sostiene que la inflación "genuina" es aquella que reflejaría una situación de escasez.
En este sentido, explica que la militarización de la mayor parte de materias primas energéticas, metálicas y minerales por parte de Rusia como respuesta a las sanciones económicas impuestas por la Unión Europea, principalmente, "llevó a una gran parte del mercado a pensar que podría llegar a darse una situación de escasez energética y de metales básicos", lo que provocó un aumento en las posiciones largas de futuros de estos activos de más del 250% en los meses previos a la guerra.
"En la medida que la escasez global de esos materiales no se ha materializado, y el hecho de que no se acabe de reeditar una situación como la del 'shock energético' de los Setenta, estaría provocando que muchas de esas posiciones especulativas "se estén deshaciendo rápidamente ahora," provocando caídas intensas en el precio de muchas materias primas como la energía o metales básicos.
Esta situación, a su vez, debería llevar a una relajación en el precio de los fertilizantes a nivel mundial, y con ello, debería acabar cayendo también el precio de los productos agrícolas.