Según un informe de Kearney
MADRID, 14 May. (EUROPA PRESS) -
Los bancos españoles necesitarían reducir sus costes entre 2.000 millones y 3.000 millones de euros para atenuar el efecto de la crisis económica ocasionada por el coronavirus Covid-19, según un informe elaborado por Kearney.
La consultora ha señalado que la pandemia y la recesión económica que se deriva de la misma están poniendo de relieve la necesidad de repensar las estrategias de la banca.
En conjunto, la banca europea tendría que recortar sus costes en más de 35.000 millones de euros. Según el análisis, si durante la crisis financiera de 2008 las entidades redujeron su coste por cliente en 20 euros, de media, en la actual situación tendrían que elevar el ahorro a 80 euros por usuario con el fin de mantener la ratio de costes e ingresos del 62% registrado en 2019.
Así, aunque Kearney asegura que el impacto económico total todavía no se puede cuantificar, el sector financiero ya está notando sus efectos que, además, podrían prolongarse más y ser más intensos que los de la crisis financiera de 2008.
Para salir fortalecidos de la actual situación, la firma ha destacado la necesidad de impulsar nuevos modelos operativos e implantar medidas rigurosas para mejorar la eficiencia.
"La presente crisis supone un desafío enorme pero, en el caso de la banca, trae al mismo tiempo el camino de la solución y nuevas oportunidades", ha añadido. En cualquier caso, considera que la reducción de costes no será suficiente por sí sola para superar este escenario.
Según las conclusiones del informe de Kearney, la ruta hacia la 'nueva normalidad' del sector financiero en Europa pasa por una mayor digitalización tanto en términos de experiencia del cliente, como a nivel operativo.
El socio y responsable global de servicios financieros de Kearney, Simon Kent, ha asegurado que se trata de una crisis sin precedentes para el sector financiero. "No hay duda de que la banca europea necesitará de resiliencia y flexibilidad para navegar los retos que conlleva la pandemia", ha añadido.
Por su parte, el presidente de Kearney en España, Pedro Mateache, cree que las últimas semanas han puesto de manifiesto que hay "muy pocas" necesidades financieras que no se puedan resolver en remoto, si la banca y los reguladores se coordinan para hacerlo posible.
Así, para capear el temporal macroeconómico de los próximos trimestres, que traerán una mayor morosidad, menor demanda de servicios y persistencia de bajos tipos de interés, Mateache ve crucial que los bancos mejoren su eficiencia reduciendo gasto superfluo y sacando más partido a las capacidades digitales desarrolladas en los últimos años.