MADRID 4 Dic. (EUROPA PRESS) -
La banca española tenía 181.866 millones de euros emitidos en cédulas hipotecarias junto a unos activos de cobertura de unos 304.247 millones, lo que supone una colaterización (activos que se ofrecen en garantía) media del 168%, según la 'Radiografía de las cédulas hipotecarias españolas y sus activos de cobertura' que ha publicado hoy la Asociación Hipotecaria Española (AHE).
La información recoge datos proporcionados por las entidades emisoras de cédulas hipotecarias que están adscritas al programa del Covered Bond Label y que operan en España. En total, el análisis cubre a 12 bancos con un peso relativo "muy significativo" en el mercado hipotecario español: Abanca, Sabadell, Santander, Bankinter, BBVA, CaixaBank, Caja Rural de Navarra, Eurocaja Rural, Cajamar, Ibercaja, Kutxabank y Unicaja.
Así, el análisis indica que las emisiones de cédulas hipotecarias tienen una colaterización desde un mínimo del 129% hasta un máximo del 241%, teniendo en cuenta que el mínimo regulatorio es del 105%. De hecho, la AHE indica que estos datos suponen una "sobrecolaterización" del 68%.
Dentro de los activos que integran el conjunto de cobertura, hay un 1,5% del saldo, lo que equivale a unos 4.500 millones de euros, que se atribuye a activos líquidos como depósitos o activos frente a bancos centrales. El resto, alrededor de 300.000 millones de euros, lo conforman activos que se corresponden en su totalidad con préstamos hipotecarios.
En cuanto al plazo residual ponderado de amortización (incluyendo los vencimientos parciales programados), a este tipo de instrumentos financieros le quedan de media cuatro años para amortizarse, aunque un 16% del capital está previsto que se amortice a lo largo de los próximos 12 meses. En el conjunto de coberturas (o 'cover pool'), en cambio, tan solo un 3% se amortizará durante dicho periodo, mientras que su plazo medio residual es de once años y cuatro meses
Por otro lado, casi la totalidad de las cédulas hipotecarias se han emitido en euros, aunque hay un porcentaje mínimo del 0,6% que han sido colocadas en dólares estadounidense.
Además, por modalidad del tipo de interés, el 48% de las emisiones vivas pagan un cupón fijo, mientras que habría un 52% del saldo cuyo tipo de interés es variable y está indexado normalmente al 'mid swap' o al Euríbor a tres o seis meses, más un diferencial (o 'spread').
En el lado del activo, la composición es similar, con un 47% del capital otorgado sujeto a un tipo de interés fijo y un 53% vinculado a un interés variable.
En este sentido, la AHE recuerda que el hecho de que el 100% de las emisiones y del 'cover pool' no estén íntegramente ligados a tipos variables y, por tanto, no se actualicen conforme a la misma situación de mercado, pone de manifiesto la necesidad de emplear en determinados casos instrumentos de cobertura, como los 'swaps' de tipo de interés u otras herramientas similares, que permiten a las entidades mitigar los riesgos parciales derivados de la volatilidad de los tipos.
"Además, en el riesgo no solo influye la coyuntura de tipos actual frente a la de contratación, sino también los distintos plazos a los que se contratan las cédulas y los préstamos, así como sus diferentes regímenes de amortización", agrega.
PRÉSTAMOS HIPOTECARIOS
Sobre los préstamos hipotecarios que respaldan las emisiones, la AHEs señala que prácticamente la totalidad de esta cartera está al corriente de pago o, al menos, no tiene préstamos vencidos por un plazo superior a los 90 días.
Además, los préstamos residenciales tienen una presencia mayoritaria en la cartera, con una cuota del 90%. Dentro de este segmento, predominan las viviendas que constituyen la principal residencia del titular o titulares, representando el 88% del saldo residencial.
La antigüedad de los activos hipotecarios se sitúa de media en seis años y cinco meses, mientras que el plazo pendiente de amortización, sin atender al calendario de pagos parciales, asciende a los 17 años y 6 meses. En total, la duración total media de los préstamos se acerca a los 24 años.