Oliver Wyman destaca el proceso de consolidación del sector en España y aprecia que aún queda margen para las fusiones
LONDRES, 21 Jul. (EUROPA PRESS) -
Los bancos del Viejo Continente afrontan una factura de más de 800.000 millones de euros en pérdidas relacionadas con el deterioro de sus carteras de crédito entre 2020 y 2022 en el caso de que la evolución de la pandemia de coronavirus obligase a los gobiernos a ordenar un nuevo confinamiento estricto, según las estimaciones de la consultora Oliver Wyman.
En este caso, los 830.000 millones de euros en deterioros crediticios a los que deberían hacer frente los bancos europeos en tres años supondrían quintuplicar los 160.000 millones de euros asumidos por este concepto en los tres años anteriores a la pandemia (1017-2019), mientras que la ratio de préstamos no productivos (NPL) del sector escalaría hasta el 10,1% en 2022, frente al 3,8% del trienio previo a 2020.
No obstante, en su escenario base, en el que los gobiernos evitan una reedición de los confinamientos, la consultora calcula que la banca europea deberá afrontar entre 2020 y 2022 un impacto adverso de 400.000 millones de euros por el deterioro de la calidad de sus carteras de crédito, con una subida de la ratio NPL hasta el 7,7%.
Bajo esta hipótesis, Oliver Wyman destaca que las pérdidas crediticias de los bancos europeos por la Covid-19 serían inferiores al 40% de las experimentadas durante la crisis financiera mundial de 2008-10, y en general similares a las contabilizadas durante la crisis de la eurozona de 2012-14".
Asimismo, los autores señalan que, además del impacto por el deterioro de las carteras de crédito, los bancos del Viejo Continente sufrirían la pérdida de unos 31.000 millones de euros de su cifra de negocio para 2022 como consecuencia de la evolución de los ingresos por intereses y comisiones.
Con este panorama, la firma advierte de que para 2022 se espera que el 5% de los bancos se encuentre en problemas, con niveles de capital por debajo de los requisitos mínimos y una rentabilidad demasiado débil como para devolverlos a niveles adecuados, mientras que más de la mitad del capital del sistema se encontraría en una especie de "limbo", al contar las entidades con capital suficiente para cumplir las exigencias regulatorias, pero con rentabilidades muy débiles, vulnerables ante nuevos impactos en el capital, lo que provocaría aversión al riesgo en el crédito, dificultando los esfuerzos para financiar la recuperación.
CONSOLIDACIÓN DEL SECTOR.
"Es poco probable que la pandemia deje malherido al sector bancario europeo, sin embargo, muchos bancos serán empujados a un limbo, con rendimientos muy débiles", según Christian Edelmann, codirector de servicios financieros para la zona EMEA de Oliver Wyman, para quien serán necesarios esfuerzos de reestructuración ambiciosos, incluyendo planes de transformación e impulsar la consolidación, así como acelerar los esfuerzos del mercado bancario único.
En este sentido, la consultora considera que los bancos españoles cuentan con una margen "medio" para llevar a cabo operaciones de consolidación, solo por detrás del margen "alto" de bancos alemanes e italianos, mientras que para el resto de países analizados Oliver Wyman considera que el margen de consolidación es "bajo".
"España ha demostrado cómo se puede lograr una reestructuración completa a un nivel más sistemático después de la crisis inmobiliaria en 2008. El sector bancario se consolidó en solo 12 bancos medianos y grandes desde más de 40 en un período de cinco años", señala la consultora, destacando que el proceso de consolidación en el país ha demostrado ser más eficaz que la resolución forzada de entidades en dificultades y ha ayudado a reducir en más del 50% una densa red de sucursales y recortar más de 3.000 millones de euros en costes.
El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, señalaba ayer el carácter "ineludible" del proceso de consolidación del sector bancario de la zona euro para abordar su problema de baja rentabilidad y expresaba su confianza en que "en las próximas semanas y en los próximos meses" se vayan produciendo movimientos en este sentido.
El proceso de consolidación es ineludible, el proceso de reducción de costes es fundamental, es absolutamente imprescindible y espero que en las próximas semanas, en los próximos meses, se vaya produciendo de alguna forma este movimiento de consolidación", indicó el exministro de Economía.