CCOO destaca que las entidades tienen cada vez más incentivos para recolocar a los empleados que salen de sus plantillas
MADRID, 26 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los bancos españoles contaban con una plantilla de 181.999 empleados a cierre de 2018, lo que supone 88.856 trabajadores menos (-32,8%) respecto al inicio de la crisis, cuya fecha de referencia se ha tomado el 1 de enero de 2009, según cálculos realizados por Comisiones Obreras (CCOO).
No obstante, la salida real de trabajadores del sector financiero español desde la crisis hasta la actualidad ha sido de 112.250 personas, lo que representa el 41,4% de los 270.855 trabajadores con que contaba el sector financiero hace una década.
De este modo, dos de cada cinco personas han perdido su puesto de trabajo en banca durante este periodo, fundamentalmente por Expedientes de Regulación de Empleos (EREs) pactados y salidas voluntarias e indemnizaciones acordadas. En este sentido, CCOO ha reconocido la existencia de "escasos" despidos forzosos".
"Las salidas forzosas prácticamente han sido residuales, la gran mayoría han sido pactadas, fruto del contrato social que llevamos gestionando desde hace muchos años; las condiciones han sido bastante aceptables en todos los procesos", ha asegurado el secretario general responsable del sector financiero de CCOO, Joan Sierra, durante un desayuno informativo para abordar el papel de las plantillas en el futuro de la banca.
De su lado, el secretario general de CCOO Servicios, José María Martínez, ha puesto como ejemplo el ERE del Santander, recientemente firmado, que se saldó con más de 3.200 despidos. Martínez ha asegurado que una vez se abrió el plazo para adherirse al proceso, más de 2.000 empleados se habían apuntado.
Según ha explicado, los empleados de los bancos son cada vez más proclives a apuntarse a un proceso de ERE y 'salir' con una buena indemnización de un sector en el que no resulta cómodo trabajar ante las presiones regulatorias o la mala reputación, mientras que son conscientes de que la entidad intentará recolocarle en nuevo puesto.
Las entidades financieras tienen cada vez más incentivos para comprometerse a recolocar a los trabajadores afectados, ya que en caso de que los acogidos al ERE consigan un nuevo empleo en el plazo de 24 meses, no tendrán que asumir los costes de la Seguridad Social, un requisito recogido en la normativa y conocido como 'cláusula Telefónica'. En el último ERE de Santander, se ha logrado recolocar al 85% de todo el personal que así lo pedía.
NUEVOS CONTRATOS SÍ, PERO EN SERVICIOS CENTRALES
Frente a la salida a de más de 100.000 personas del sector, las entidades han contratado al mismo tiempo a 23.294 nuevos empleados, esto es un 8,85% de renovación sobre el censo a su inicio y un 12,8% sobre la fecha final.
CCOO ha precisado que aproximadamente dos tercios de los nuevos ingresos han ido a servicios centrales, mientras que solo un tercio ha sido contratado para la red de oficinas o las direcciones territoriales.
El sindicato ha destacado también que la concentración de entidades durante estos años ha sido "brutal", de forma que quedan muy pocas entidades y muy grandes. De hecho, solamente CaixaBank, Santander, BBVA, Bankia y Sabadell controlan más del 85% del mercado y el 63,6% de las plantillas del sector, con cerca de 116.000 empleados.
CIERRE DE LA MITAD DE OFICINAS
CCOO ha expuesto también las principales diferencias entre el modelo de oficina de antes de la crisis hasta la actualidad. Según han relatado, hace una década habían 45.763 oficinas entre las que se repartían unas 270.855 personas.
En ese periodo, convivían bancos grandes, con medianos, cajas de ahorros y un gran número de cajas rurales y cooperativas de créditos locales o regionales. La oficina media esta formada por dos comerciales, un empleado en ventanilla, un director y un interventor.
Sin embargo, diez años después este escenario ha cambiado, ya que se han cerrado más de la mitad de las oficinas, hasta un total de 26.022 sucursales, mientras que se ha despedido a casi el 33% de la plantilla y la gran parte de los nuevos contratados han ido a parar a los servicios centrales. El resultado de estos cambios ha dado lugar a una oficina media formada por un director, un comercial y un empleado en ventanilla.
PROPUESTAS PARA MEJORAR LA SITUACIÓN DE LAS PLANTILLAS
Por otro lado, CCOO ha puesto de manifiesto la necesidad de introducir en las negociaciones sectoriales los temas relativos al registro de la jornada, el derecho a la desconexión y el teletrabajo.
En su opinión, este asunto resulta "primordial" tras la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que ha supuesto una "ruptura muy importante" en lo que debe ser la organización de los tiempos de trabajo.
"Independientemente del modelo por el que opte cada entidad, consideramos de vital importancia fijar un marco sectorial con los principios que deben regir en esta materia: jornadas efectivas de trabajo, pausas, formación, desplazamientos, compensaciones o derecho a la intimidad en el supuesto de que el sistema de registro requiera el acceso a dispositivos digitales", ha señalado CCOO.
Entre otras propuestas, el sindicato también ha apuntado a la necesidad de la mejora continua de la profesionalidad de las plantillas, ya que esto permite un incremento de la productividad, con ascensos tanto funcionales como salariales atendiendo a criterios objetivos de promoción y reconocimiento.
De igual modo, ha hecho referencia a la formación de los empleados para el desempeño de la función bancaria y financiera, así como a la firma de la declaración conjunta sobre los efectos de la digitalización en el sector financiero.
En suma, Martínez ha señalado que, a medida que siga habiendo concentración de entidades, van a seguir produciéndose procesos de salida. Con todo, cree que la digitalización del sector no tiene por qué tener un efecto negativo sobre las plantillas, ya que la mayoría de los nuevos ingresos de personal son puestos centrados en tecnología, destacando en este sentido las contrataciones realizadas por BBVA y Santander.