MADRID, 4 Feb. (EUROPA PRESS) -
El director general de estadística y economía del Banco de España, Óscar Arce, ha advertido de que el gran experimento de los fondos europeos Next Generation EU para la recuperación post Covid deben usarse bien para evitar que la unión fiscal entre en vía lenta o, directamente, muera.
"Nos la jugamos con su buena utilización, la apuesta europea por este fondo no tiene precedentes, moviliza mucho dinero y tiene que salir bien", ha indicado Arce en una mesa redonda organizada por la Asociación Española de Banca (AEB) en la que han participado también los directores de los distintos servicios de análisis de Banco Sabadell, Banco Santander y BBVA.
En su opinión, deben convertirse en el embrión de una verdadera capacidad fiscal común, de modo que el proyecto europeo avance de forma positiva. "Si no, se corre el riesgo de que la aspiración verdadera de la unión fiscal entre en vía lenta o, directamente, muera", ha dicho.
En cualquier caso, ha apostado por la calidad de los proyectos y por ser "muy cuidadosos y rigurosos" en la selección de los mismos, primando la calidad por encima incluso de las prisas, que pide evitar a toda costa.
Incluso, vería conveniente gastar menos este año si es el resultado de ser selectivo, dejando parte de los fondos para cuando se haya completado de forma correcta el proceso de selección de proyectos verdaderamente prometedores.
En el caso de España, Arce considera que se debe enfatizar en las reformas estructurales, así como en modernizar la economía y acometer mejoras genuinas y verdaderas poniendo el acento en acabar con la dualidad del mercado de trabajo, un problema que admite que es muy conocido en España pero que no deja de ser importante y no se debe dejar de lado en esta ocasión.
La crisis ha afectado sobre todo a jóvenes, mujeres e inmigrantes, así que Arce considera que no es solo una cuestión de mejorar la eficiencia económica, sino también de centrarse en la justicia social. "Hay que repartir el nivel de protección, ser valientes y creativos, siendo lo suficientemente pragmáticos para usar los fondos europeos en facilitar la implementación de determinadas reformas en el mercado de trabajo", ha indicado.
En esta línea, el director general de estadística y economía del Banco de España aboga por implementar en España la mochila austriaca, un instrumento que considera "muy útil" para afrontar el problema de la dualidad. También ve conveniente mantener la flexibilidad de la que disponen las empresas para poder ajustar mejor sus necesidades y el uso del factor trabajo.
Por su parte, las empresas deben hacer frente al enorme reto de la readaptación de la estructura productiva, que es cambiante y que aún no se conoce. "Hay mucha incertidumbre y debemos movernos rápidamente", ha añadido Arce.
Para poder ejecutar los fondos, el directivo del Banco de España ve fundamental el papel del sector bancario. "Estamos entrando en una fase de la crisis en la que muchas empresas cuentan con financiación conseguida en condiciones holgadas, pero que cada vez más están empezando a percibir problemas de solvencia e incluso de viabilidad", ha reconocido.
Por ello, las entidades financieras, que conocen bien al tejido productivo dada su capilaridad, deberían ser capaces de guiar a las empresas hacia su propia supervivencia.
CREAR UNA AGENCIA INDEPENDIENTE PARA EVALUAR EL USO DE LOS FONDOS
Por su lado, el economista jefe del grupo BBVA y director de BBVA Research, Jorge Sicilia, recomienda la creación de una agencia independiente que pueda evaluar los proyectos, y que, de manera consistente, explique en determinados momentos por qué se debe cambiar el uso de los fondos de un proyecto a otro.
"Es muy importante la medición y la posibilidad que otorga esta para cambiar la asignación de los fondos de acuerdo a la eficiencia de uso en cada país", ha explicado Sicilia, añadiendo la importancia de realizar una evaluación independiente para tener claro si los proyectos están dando los resultados esperados o no.
La economista jefe y subdirectora general de Banco Sabadell, Sofía Rodríguez Rico, opina igual que Sicilia. Rodríguez cree que la medición, la transparencia y la sistemática de los resultados deben ser una prioridad.
"Deberíamos pensar en tener mecanismos de reporting claro, transparentes, que permitan medir sobre la marcha si se alcanzan los objetivos macroeconómicos con el uso de los fondos y si realmente se consigue transformar a las pymes desde el punto de vista de la sostenibilidad y la digitalización", ha subrayado la directiva de Banco Sabadell.
También ve necesaria la identificación de grupos y sectores que tendrán un rol vertebrador de los fondos, como puede ser la construcción, las 'utilities' y las telecomunicaciones, esperando una importante capacidad de arrastre de los mismos.
Otros proyectos tractores a los que se ha referido Rodríguez son los relacionados con los servicios de alto valor añadido, la ingeniería, la arquitectura o la consultoría, pero también los de bienes de equipo, cadenas alimentarias o sanidad y educación.
"No solo va de quiénes consigan o no los fondos, porque habrá una transformación que afectará a todos los agentes económicos, ya sea de forma directa o indirecta", ha remarcado.
AYUDAS DIRECTAS Y REFORZAR CAPITAL FRENTE A MÁS DEUDA
Al igual que Arce se refirió al papel de la banca, la directora del servicio de estudio, políticas públicas y relaciones institucionales de Banco Santander, Alejandra Kindelán, ha trasladado el compromiso de la banca con involucrarse en buscar soluciones y dar apoyo al tejido productivo y a las familias.
"Tenemos que seguir apoyando en esta etapa de la crisis que se está alargando más de lo que hubiéramos pensado y querido. Las empresas ahora necesitan que las ayudemos, pero después del impulso importante del crédito, ahora tenemos que buscar otro tipo de soluciones", ha explicado.
En este sentido, ha asegurado que las empresas ahora cuentan con unos niveles de endeudamiento muy altos que está llevando a algunas a contar con unas cargas financieras demasiado elevadas. Para ellas, se deben buscar soluciones con ayudas directas y reforzar el capital.
"No queremos que quiebren empresas viables. Cualquier proyecto viable deben seguir contando con recursos para aguantar el embiste de esta crisis tan dura", ha aseverado Kindelán.