MADRID, 24 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Banco de España ha publicado una licitación para el suministro de un equipo de detección de "intrusos" ocultos en vehículos por un importe de 90.750 euros (IVA incluido) para su sede en la calle Alcalá de Madrid.
En los pliegos que acompañan al anuncio, el supervisor explica que necesita un equipo con el que pueda detectar la presencia de personas ocultas en cualquier tipo de vehículo a través de "los latidos del corazón". Estará compuesto por una unidad central de procesado y manejo del mismo, un software de detección, los sensores necesarios para la detección y los elementos necesarios para su montaje.
Los sensores deben poder colocarse en el propio vehículo a inspeccionar y que no haga falta colocarlos en el suelo o en altura para poder evitar así "posibles errores transmitidos por efectos del viento o vibraciones transmitidas por el suelo".
Además del suministro del equipo, el contrato también implica la configuración y puesta en marcha del equipo, formación para el personal de seguridad que trabaja en la sede del Banco de España y el mantenimiento a todo riesgo durante cinco años, los tres primeros incluidos en la garantía del equipo.
Las empresas interesadas en el contrato podrán realizar una visita informativa a la sede de la calle Alcalá el próximo día, 7 de septiembre. El plazo para presentar ofertas estará abierto hasta el 14 de septiembre, a las 14.00 horas. La apertura de las ofertas se realizará el 20 de octubre.
Igualmente, el supervisor ha licitado un servicio para implantar un cuadro de mandos integral de riesgos de seguridad, incluyendo el mantenimiento y actualización del mismo. Este contrato tiene un valor total de alrededor de 300.000 euros (IVA incluido).
El Banco de España atesora en su cámara de seguridad reservas de oro por un importe cercano a los 14.000 millones de euros, lo que supone aproximadamente el 1% del PIB español. A finales del tercer trimestre de 2021, las reservas del organismo sumaban más de 281 toneladas de oro, lo que representa el 0,8% de las 35.000 toneladas de oro que poseen los bancos centrales, según los datos del World Gold Council.