MADRID, 2 Nov. (EUROPA PRESS) -
El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha insistido este martes en la importancia de implementar de forma "total, completa y a tiempo" las medidas contempladas en Basilea III.
Así lo ha manifestado durante su intervención en la Conferencia Internacional de Banca organizada por Banco Santander, donde ha recordado un informe publicado por el Banco Central Europeo (BCE) en el que se afirma que la implementación completa de Basilea III "va a tener beneficios muy claros para la eurozona".
Por ello, ha insistido en que esta implementación se haga "completa, sin diluir el acuerdo, y a tiempo".
Por otro lado, ha recordado las conclusiones del informe del Comité de Basilea de Supervisión Bancaria, en el que se indica que los bancos rehusaron utilizar sus colchones anticíclicos durante la crisis de la Covid-19, una situación que, para el presidente del Instituto para la Estabilidad Financiera (FSI, por sus siglas en inglés), Fernando Restoy, se explicaría por "la penalización del mercado" que ello supondría para las entidades.
Sin embargo, Hernández de Cos ha defendido que los colchones de capital "han funcionado como tenían que funcionar", considerando que los niveles previos a la pandemia han sido "suficientes para lidiar" con la crisis provocada por la Covid-19.
Sobre una posible reforma de estos colchones, De Cos ha señalado que podrían aumentarse los requisitos de capital o cambiar la composición de estos instrumentos, algo apuntado también por Restoy.
Por su parte, el consejero delegado de Banco Santander, José Antonio Álvarez, ha destacado que la fortaleza del capital "es fundamental para la solvencia", si bien ha señalado que los bancos que dependen exclusivamente del capital "son débiles por definición". "En algún momento llegará una crisis y tendrán un problema fundamental del modelo de negocio", ha indicado.
Por otro lado, los ponentes también han abordado los problemas derivados de los pagos digitales. Al respecto, Restoy ha recordado el riesgo para la estabilidad financiera que puede suponer la dependencia de los sistemas de pagos de agentes externos a las entidades, al tiempo de los problemas que se derivan de la entrada de las grandes empresas tecnológicas en el sistema financiero.