LONDRES, 27 Mar. (EUROPA PRESS) -
La decisión de Barclays y Standard Chartered, dos de los mayores bancos del Reino Unido, de relajar las exigencias establecidas para que sus altos directivos accedan al cobro de bonus a largo plazo ha provocado las críticas de accionistas significativos de estas entidades, según informa el diario 'Financial Times'.
StanChart, que desde el pasado 1 de diciembre está presidido por el español José Viñals, ha reducido el umbral mínimo de rentabilidad sobre recursos propios al 5%, la mitad del objetivo de rentabilidad a largo plazo del banco, mientras el plan de incentivos a largo plazo (LTIP) de Barclays para su consejero delegado, Jes Staley, se abonará una vez que la entidad logre una rentabilidad del 7,5% sobre patrimonio tangible, muy por debajo de la meta de rentabilidad del banco.
Por su parte, el banco RBS, entidad en la que el Gobierno británico controla un 72,6%, ha cambiado el diseño de este plan de incentivos a largo plazo para su consejero delegado, Ross McEwan, reduciendo su importe, pero también haciendo más probable su cobro.
"Los ejecutivos cobrarán cuando el banco esté perdiendo dinero", lamentó uno de los 15 mayores accionistas de StanChart, mientras uno de los diez principales accionistas en varios bancos británicos, incluyendo Standard Chartered, indicó que "la idea de que su máxima paga pueda alcanzarse simplemente por seguir el curso de tu plan de negocio no es aceptable".