MADRID, 29 Oct. (EUROPA PRESS) -
La vicepresidenta tercera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, ha afirmado que el Estado no descarta extender el plazo para deshacerse de su participación en Bankia --en la nueva CaixaBank tras el primer trimestre de 2021-- porque es una fecha "autoimpuesta".
Así lo ha manifestado Calviño durante los Desayunos Informativos de Europa Press, donde ha insistido en que el objetivo del Gobierno es el de maximizar el valor de su participación, que pasará del 61,8% actual al entorno del 16% en el grupo combinado.
"Siempre he dicho que es más importante tomar las decisiones correctas que rápidamente. No tenemos que negociar con nadie, es una fecha autoimpuesta, por lo que no habría ningún problema en extender el plazo para cumplir con el objetivo de maximizar el valor de la participación en la entidad resultante", ha subrayado.
En este sentido, ha reiterado que no conviene fijarse una fecha. "No creo que fijarnos una fecha sea una prioridad, desde el punto de vista de la negociación no conviene", ha dicho, a la vez que ha insistido en que el "ritmo de desinversión es una cuestión menos importante que el hecho de que se pueda maximizar su valor".
Respecto a si la fusión entre CaixaBank y Bankia, que dará como resultado a la entidad más grande del país, pudiera derivar en problemas de competencia, la vicepresidenta tercera del Gobierno ha dicho que confía en que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) "cumplirá su función y protegerá el mantenimiento de la competencia efectiva".
En esta línea, ha justificado el complicado escenario en el que realiza su actividad el sector bancario, apuntando a los "importantes" retos a los que se enfrenta, como los derivados del entorno de tipos de interés en negativo o del intenso proceso de digitalización.
"Todo el sector se encuentra en un proceso de respuesta y adaptación que, sin duda, tiene impacto en las condiciones de competencia en los mercados", ha añadido.
En cualquier caso, ha destacado que, tras diez años de un proceso intenso de reestructuración, actualmente España cuenta con una banca con unos índices "muy correctos de solvencia y liquidez".
En definitiva, además del papel de la CNMC, ha asegurado que el compromiso del Gobierno con la protección de los clientes financieros y la competencia en los mercados "es indudable".