La CNMV pide que la Autoridad del Cliente Financiero tenga una coordinación más estrecha con los supervisores

El presidente de la Comisión Nacional de Mercados y Valores (CNMV), Rodrigo Buenaventura, comparece durante la Comisión de Economía, Comercio y Transformación Digital en el Congreso de los Diputados, a 8 de octubre de 2024, en Madrid (España).
El presidente de la Comisión Nacional de Mercados y Valores (CNMV), Rodrigo Buenaventura, comparece durante la Comisión de Economía, Comercio y Transformación Digital en el Congreso de los Diputados, a 8 de octubre de 2024, en Madrid (España). - Fernando Sánchez - Europa Press
Publicado: martes, 8 octubre 2024 16:00

MADRID 8 Oct. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Rodrigo Buenaventura, ha pedido este martes que el proyecto de ley de la Autoridad de Defensa del Cliente Financiero cuente con un mecanismo de coordinación "más estrecho" con los supervisores financieros, algo que actualmente no se contempla en el texto, pendiente de iniciar el plazo de enmiendas en el Congreso de los Diputados.

"Si finalmente se crea la Autoridad de Defensa del Cliente y alberga las reclamaciones de los clientes, es muy importante que haya una coordinación muy fluida con los supervisores, que somos los que decimos a las entidades, bancos y agencias de valores qué es lo que tienen que hacer con sus clientes", ha explicado este martes Buenaventura en la Comisión de Economía del Congreso de los Diputados, donde ha presentado el informe anual de la CNMV de 2023.

Ha proseguido exponiendo que puede haber una situación donde haya mensajes "contradictorios" entre la autoridad y los supervisores, puesto que el proyecto de ley actualmente no contempla que, cuando se vaya a unificar una doctrina sobre una cuestión, se consulte al supervisor de banca, mercados o seguros.

"Todo lo que se haga para buscar un mecanismo de coordinación más estrecho será positivo para el encaje y el funcionamiento armonioso de la autoridad", ha sostenido al respecto.

"CONFLICTIVIDAD CERO"

Rodrigo Buenaventura también ha dado su opinión sobre la creación de esta nueva autoridad, preguntado por los propios diputados presentes en la sala, si bien ha matizado que sus palabras se restringen al ámbito de supervisión de los mercados de valores --el supervisor bancario es el Banco de España, mientras que la Dirección General de Seguros se encarga de la supervisión del negocio asegurador--.

El presidente de la CNMV ha señalado que la conflictividad entre clientes y servicios de inversión es "cero", cuantificando en 800 las reclamaciones que se suelen admitir a trámite en España. Una parte "no menor" de ellas se solventa mediante un allanamiento incluso antes de que la CNMV se pronuncie, es decir, mediante un acuerdo entre la entidad y el cliente.

En los casos en los que la CNMV da la razón al cliente, que de media está en alrededor del 50% de las reclamaciones, en el 80% de los casos la entidad hace caso al supervisor, a pesar de no ser vinculante la postura de la CNMV, lo que constituye la "gran diferencia" que hay con respecto a la autoridad, cuyas decisiones sí serán vinculantes una vez se cree el organismo.

Todo ello le ha servido a Buenaventura para cifrar en 55 las reclamaciones que finalmente llegan a los tribunales, a pesar de que la CNMV haya dado la razón al cliente. "Si me preguntan si tenemos un problema que solventar en el servicio de reclamación yo digo que los datos evidencian que no tenemos nada que solventar", ha señalado, refiriéndose a la necesidad o no de crear la autoridad para solucionar problemas de reclamaciones de clientes financieros.

UN CONSEJO "INDEPENDIENTE"

Durante su discurso en el Congreso, Buenaventura ha mostrado su satisfacción por la labor que realiza la CNMV como "árbitro" de los mercados de valores, un organismo que en 2024 cumple 35 años desde su creación y que en 2023 logró un excedente de 15,8 millones de euros, en línea con años anteriores.

Ha resaltado el "notable" grado de acierto en sus decisiones y de rigor en las autorizaciones y supervisión de entidades, así como el grado de escucha a las necesidades de los inversores y los participantes del mercado.

"El nivel de independencia respecto al Gobierno, los posicionamientos políticos o las presiones del mercado y los emisores creo que es también muy elevado", ha agregado al respecto.

Sin embargo, ha señalado que para mantener esta tendencia se necesitan "pocos ingredientes", pero que sean "de calidad", entre los que ha incluido un "consejo amplio, profesionalizado e independiente".

"Lo más importante en la CNMV, a mi juicio, no es que los nombramientos sean consensuados políticamente entre dos partidos, sino que recaigan en personas con experiencia extensa y demostrable en mercados de valores, que muestren una clara independencia y una dedicación total y que se sujeten al juicio de idoneidad de esta cámara", ha indicado en concreto.

Además, ha pedido que la CNMV cuente con una dotación de personal "suficiente, formada, estable y motivada", ya que la falta de autonomía efectiva de gestión del propio supervisor "pasa factura" sobre la estabilidad de la plantilla y la debilitan "innecesariamente".

Los otros dos ingredientes serían, a juicio de Buenaventura, un sistema de financiación "estable, justo y suficiente", y una rendición de cuentas "exigente" ante la prensa, el público, los tribunales y el Parlamento.

REACTIVACIÓN DE LAS SALIDAS A BOLSA

Por último, entre otros asuntos, Buenaventura ha trasladado a los diputados la reactivación de las salidas a Bolsa que se está produciendo en 2024, registrándose, por ejemplo, con Puig el mayor salto al parqué del año de Europa.

"Creo que son brotes verdes que hay que mimar para que se repitan y para que más empresarios comprueben las ventajas de cotizar y crecer con la palanca que supone el mercado de valores", ha defendido.

Asimismo, ha destacado la abundancia de OPAs sobre compañías cotizadas, hasta ocho en 2024, de las que aún están abiertas seis. Buenaventura ha considerado "positivo" que se realicen ofertas dirigidas a los accionistas, incluso aunque pueda suponer la exclusión de cotización de las compañías y siempre que haya al mismo tiempo nuevas salidas a Bolsa.