MADRID, 23 Nov. (EUROPA PRESS) -
El pago de dividendos a los accionistas de empresas españolas se ha reducido en un 4,7% en el tercer trimestre de 2020 en comparación con el mismo periodo del año anterior, hasta 5.600 millones de dólares (4.707 millones de euros), lo que supone una sustancial mejoría respecto del desplome del 68% observado entre abril y junio, según el análisis realizado por la gestora Janus Henderson.
Asimismo, el comportamiento en la distribución de dividendos por parte de las empresas españolas en el tercer trimestre ha sido menos negativo que a nivel global, donde el pago de dividendos ha caído un 14,3%, hasta 329.800 millones de dólares (277.115 millones de euros), así como sustancialmente mejor que en el caso de Europa (excluyendo Reino Unido), donde los dividendos disminuyeron un 25% en el tercer trimestre, hasta 33.100 millones de dólares (27.815 millones de euros).
En tasa interanual subyacente, de hecho, el reparto de dividendos en España registró una leve mejoría del 0,01%, en contraste con la caída del 11,4% a nivel global y del 19,1% en Europa (sin contar Reino Unido).
"Los dividendos españoles acusaron un duro segundo trimestre (con una caída del 68% revisada, sobre todo a causa de la cancelación de los repartos bancarios), pero el tercer trimestre mostró mucho mejor tono, con una remuneración al accionista plana en tasa interanual subyacente", destacan los autores del estudio.
En este sentido, Janus Henderson señala que el aumento de los repartos de las empresas de suministros públicos, particularmente Iberdrola, compensó la cancelación de la distribución de Amadeus, mientras que Repsol y Telefónica pudieron mantener sus dividendos prácticamente intactos.
"Vienen meses delicados e inciertos para los mercados donde los datos dependerán de la evolución de la pandemia, de la recuperación de la economía y de la confianza de los inversores", apunta Martina Álvarez, directora de ventas para Iberia de Janus Henderson, para quien en este entorno, resulta clave establecer un horizonte temporal a largo plazo y mantener un enfoque global y diversificado. "La gestión activa cobra incluso mayor sentido ya que da acceso a las mejores oportunidades que brindan los mercados y evita aquellas empresas que se vean más afectadas", añade.
CAÍDA GLOBAL DEL 14,3%.
A nivel global, la distribución de dividendos en el tercer trimestre retrocedió un 14,3% interanual, hasta 329.800 millones (277.115 millones de euros), la cifra más baja desde 2016, aunque el descenso registrado fue menos intenso que el correspondiente al segundo trimestre del año (-18,3%) lo que refleja principalmente una combinación geográfica en el tercer trimestre que pone de relieve las zonas del mundo donde los dividendos han demostrado más resiliencia, sobre todo en Norteamérica y los mercados emergentes, "pero también es indicativo de que hemos dejado atrás lo peor".
"El tercer trimestre es la temporada de grandes repartos en China, y los pagos fueron un 3,3% más elevados en términos interanuales", señalan los autores del estudio, destacando que tres de cada cuatro empresas chinas aumentaron sus repartos o los mantuvieron estables. Asimismo, Canadá y Hong Kong fueron de los pocos grandes países en los que los dividendos también ganaron terreno, mientras que los peores resultados enre las grandes economías provinieron del Reino Unido (-47%), Australia (-47,8%) y los Países Bajos(-41%).
Por contra, en el caso de Estados Unidos la distribución de dividendos registró en el tercer trimestre un retroceso interanual del 4,7%, hasta 128.900 millones de dólares (108.312 millones de euros), mientras que en China aumentó un 9,6%, hasta 30.000 millones de dólares (25.209 millones de euros).
De cara al conjunto de 2020, si en abril Janus Henderson calculó que los dividendos mundiales podrían caer, como mínimo, un 15% este año, pero hasta un 35% en base subyacente, y en julio redujo esta horquilla a entre un -19% y un -25%. En la actualidad Janus Henderson confía en que la cifra final rondará el límite superior de sus expectativas.
De este modo, bajo la hipótesis más optimista la gestora prevé un descenso del -17,5% en base subyacente, hasta 1,20 billones de dólares (1 billón de euros), lo que equivale a una caída general del -15,7%, mientras que en el escenario más pesimista, los dividendos se dejarán un -20,2% en tasa subyacente hasta 1,16 billones de dólares (974.734 millones de euros), lo que supone una caída general del -18,5%.
"La hipótesis más optimista daría al traste con más de tres años de crecimiento de los dividendos, lo que costaría a los inversores 224.000 millones de dólares (188.240 millones de euros) en pérdidas de rentas este año", señalan los autores.