MADRID, 2 Oct. (EUROPA PRESS) -
El exconsejero de Caja Madrid Ignacio del Río ha señalado este jueves que en la entidad no había ningún control de los gastos que se hacían con la tarjeta que se entregaba a los miembros del consejo, ya que no se reclamaban las facturas.
En declaraciones a la Cadena Ser, recogidas por Europa Press, Del Río, que abandonó la entidad en 2003, ha recordado que esta tarjeta estaba destinada a sufragar gastos de representación (comida o viajes) y guardaba una cuantía de 600 euros anuales.
"Recuerdo una conversación de (Miguel) Blesa en la que nos decía que la tarjeta que se nos daba no era ni para ropa ni para retirar dinero. Era para comidas o gastos de desplazamientos en función de razón profesional, no desplazamientos privados", ha indicado.
Según ha detallado, una vez que se hacía el gasto no había que rendir cuentas a la entidad, ya que el único control eran los cargos que se hacían en la misma. "No había más control desde el punto de vista de remisión de las facturas a Caja Madrid. No tenía más control que su adecuada y debida utilización de la tarjeta", ha añadido.
NO APARECÍAN EN LA DECLARACIÓN DE LA RENTA
Del Río entiende que "lo lógico" es que aquellas tarjetas se hubieran utilizado "con moderación, únicamente para gastos de representación", ya que, según ha dicho, había consejeros que acudían a las reuniones del consejo desde fuera de Madrid.
El exconsejero ha insistido en que, a la hora de realizar la declaración de la renta, Caja Madrid aportaba una certificación de los pagos que se ejecutaban, como dietas o indemnizaciones, pero no se incluían los gastos de la tarjeta.
En este sentido, ha recordado que hay momentos en los que la regulación fiscal sí obligaba al registro de estos gastos y otros en los que no era obligatorio declararlos "siempre que no excediera de una determinada cuantía". "La legislación de Hacienda ha variado mucho y solo en esta última etapa los gastos en especie son gastos declarables como tales", ha precisado.
Echando la vista atrás, Del Río ha señalado que Caja Madrid funcionó "razonablemente bien" hasta 2003, año en el que abandonó la entidad. También ha destacado que "evidentemente" se ha producido un escándalo en la situación de las cajas" en los últimos años.
"La reflexión que tenemos que hacer es si las cajas de ahorros y las entidades financieras trufadas de políticos han sido un buen sistema. No ha sido así. Buena prueba de ello es que el Gobierno de Mariano Rajoy ha cambiado todo este sistema y se ha ido a la despolitización de las cajas, quitando todo lo que suponga una intromisión de la política de una manera directa", ha resumido.