Las fintech son "pulgas" para la banca y las bigtech "dragones" que pueden dañarla a medio plazo, según PwC

Publicado: viernes, 22 febrero 2019 13:21


MADRID, 22 Feb. (EUROPA PRESS) -

Las fintech europeas tienen un tamaño muy pequeño y pasarán años antes de que se conviertan en un peligro serio para el sector bancario, mientras que los gigantes tecnológicos constituyen una amenaza que puede quebrar el 'statu quo' del sector en el medio plazo, según concluye el informe 'Unión Bancaria, el reto de ser digital y regulado', elaborado por PwC.

El estudio considera a las fintech como "pulgas" dentro del sector financiero: "pican y son molestas, pero no tienen capacidad para infligir daños mayores, al menos de momento", asegura el informe, que reconoce que sus expectativas de crecimiento en número y volumen son muy elevadas.

En este sentido, pone de manifiesto que entre las tres mayores fintech europeas (las británicas TransferWise y Funding Circle y la sueca iZettle) no alcanzan ni la capitalización bursátil que tiene Bankinter.

Además, señala que las fintech tratan de morder las esquinas más rentables del negocio tradicional, como las comisiones por transferencias internacionales, los pagos online o las operaciones con moneda extranjera. En este sentido, los datos de evolución de las comisiones de los bancos "tampoco sugieren una amenaza inminente", ya que crecieron en los últimos cuatro años por encima del 5% para la banca europea y por encima del 10% en el caso de España.

En cualquier caso, PwC indica que "habrá que seguir la evolución futura del negocio de las fintech, por si las pulgas se multiplican y crean más problemas a la industria financiera tradicional que los que ahora se pueden vislumbrar".

En cuanto a los gigantes tecnológicos, que están "amagando" con entrar en el sector, la diferencia es "abismal", ya que por volumen juegan en la liga de los principales bancos mundiales, por lo que en el informe de PwC se les considera como "dragones cuyas mandíbulas constituyen una amenaza que puede llegar a quebrar en el medio plazo el 'statu quo' del sector".

En este sentido, los bancos mundiales tienen unos activos de 84,24 billones de dólares, es decir, 66 veces más que los de las ocho grandes compañías tecnológicas (Apple, Microsoft, Google, Amazon, Facebook, Alibaba, Paypal y Ebay) y su patrimonio es 10 veces superior.

Sin embargo, el valor en Bolsa de estos ocho gigantes tecnológicos es de 4,7 billones de dólares, muy cercano a los 5,4 billones de todos los bancos mundiales, y estas compañías, "sinónimo de modernidad, éxito y buen servicio", cuentan además con ventaja en términos de reputación, que en el caso de los bancos tradicionales se vio erosionada por la crisis económica y financiera.

Aunque PwC sostiene que el gran peligro para el negocio de la banca tradicional son los gigantes tecnológicos, también indica que de momento la amenaza se ha concretado en una competencia abierta, salvo excepciones.

"Los grandes 'players' tecnológicos están rondando el sector financiero, pero no parecen interesados en convertirse en bancos tradicionales de servicio universal, seguramente para no contraer las onerosas obligaciones regulatorias que conlleva tal condición. Más bien están tratando de penetrar en aquellas parcelas de la actividad financiera en las que pueden conseguir sinergias con su negocio principal", explica el informe.

REGULACIÓN Y DIGITALIZACIÓN

En este sentido, PwC señala que la evolución de la regulación y su intersección con el proceso de digitalización por el que atraviesa el sector financiero serán los dos factores clave que determinen, en los próximos años, la llegada o no de grandes entrantes ajenos a la banca.

El tratamiento regulatorio que reciben los nuevos competidores de los bancos cobra importancia en este escenario. Las entidades tradicionales se quejan de que sus requisitos regulatorios son mucho más severos y que no compiten en igualdad de condiciones, mientras que las fintech aseguran que no son bancos y que no pueden estar sometidas a las mismas exigencias que estos en términos de capital y liquidez.

"El problema puede surgir cuando las prácticas de las fintech y de los gigantes tecnológicos representen un incremento significativo del riesgo del sistema, ya sea a través de la concesión de créditos o de la comercialización de productos financieros", reza el informe, que advierte de que será en ese momento cuando el regulador tenga que actuar para prevenir posibles crisis en el sector.

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