MADRID, 18 Oct. (EUROPA PRESS) -
El 95% de los gestores de activos europeos prevé una recesión en el Viejo Continente en los próximos doce meses, el porcentaje más alto desde 2008, pero un 48% de los encuestados por Bank of America anticipa que se superará para el segundo cuatrimestre de 2023.
El 83% de los encuestados cree que el shock energético y el endurecimiento de las condiciones financieras tendrán como consecuencia la pérdida del 'momentum' de crecimiento en Europa, en tanto que el 50% de los inversores espera que Estados Unidos se desacelere aún más debido a las acciones que ha venido tomando la Reserva Federal estadounidense (Fed).
Asimismo, el 68% considera que es "improbable" que el crecimiento de China mejore, si bien solo el 23% espera que se mantenga la política de Covid cero frente al 34% que lo creía el mes pasado.
El 70% cree que la destrucción de la demanda va a ser el asunto macroeconómico del que más se va a hablar en los próximos meses, y el 79% confía en una disminución de la inflación en 2023. Para Europa, lo espera el 68%.
Ante esas previsiones, la proporción de inversores que cree que la alta inflación es el mayor riesgo para los mercados ha caído del 36% al 27%.
La corta duración de esa posible recesión hace que el 53% de los gestores espere una cotización al alza de los mercados europeos, aunque esta sensación esta condicionada al posible aumento del rendimiento de los bonos reales, la ralentización del crecimiento y el aumento de presión sobre los márgenes.
El 27% considera así que el mayor riesgo es no tener las suficientes coberturas defensivas en sus carteras. El 50% de los inversores cree que los valores cíclicos seguirán teniendo un mal comportamiento, frente a las acciones de alta calidad, de las que el 75% espera un buen retorno.
La banca es el sector que más ha mejorado su posicionamiento este mes, al pasar de infraponderado a sobreponderado. El 43% de los inversores ve los bancos como un "vehículo atractivo" para posicionarse ante la subida de los tipos de interés.
El sector inmobiliario, sin embargo, se consolida como el menos preferido, seguido por construcción y distribución.