MADRID, 1 Dic. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, ha asegurado que haber anticipado la fusión de la entidad con CaixaBank en un momento de cambio abrupto del entorno ha permitido contar con una mayor opcionalidad en el mapa de consolidación y afrontar la integración desde una mayor fortaleza financiera.
"Ante un cambio tan rápido del entorno, el consejo de administración, que ya en el pasado había dedicado varias sesiones al análisis de la consolidación del sector en España y el posible papel que Bankia podía jugar, entendió que la anticipación era un factor estratégico clave", ha indicado Goirigolzarri en la junta de accionistas celebrada este martes para aprobar el proyecto común de fusión.
El consejo de la entidad tenía claro que esta anticipación se debía concretar en la búsqueda de un socio con el que unidos consiguiesen ganar un tamaño crítico para obtener economías de escala y así mejorar la eficiencia, disponiendo al mismo tiempo de una mayor capacidad de inversión en tecnología e innovación de forma sostenida.
Otro punto clave era el de alcanzar una mayor robustez financiera, con un balance fuertemente provisionado y bien capitalizado, con el objetivo de poder afrontar con fortaleza las consecuencias de la crisis económica generada por las medidas de contención del coronavirus.
Igualmente, era primordial que el grupo resultante pudiera alcanzar una rentabilidad sostenible, gracias a tener un 'mix' de negocio equilibrado y con una fuerte capacidad de generar ingresos de fuentes diversificadas.
"Pues bien, creo que el proyecto de fusión que hoy les presentamos cumple todos estos objetivos", ha subrayado Goirigolzarri, añadiendo que, si los accionistas dan su visto bueno a la operación y los de CaixaBank hacen lo propio el jueves, el canje de acciones podría producirse en el primer trimestre de 2021 y la integración tecnológica a finales del mismo año.
En este sentido, ha reconocido que todo proceso de integración conlleva cierto riesgo de ejecución, sobre todo en lo que respecta a la integración de las redes de distribución, de los servicios centrales o de los sistemas de información. Aunque considera que "no es una labor sencilla", ha recordado la gran experiencia de ambos bancos en acometer procesos de consolidación.
El presidente de Bankia ha insistido en los términos económicos de la fusión y en los niveles que la entidad combinada alcanzará asumiendo la consecución de sinergias. Así, se prevé que el grupo resultante alcance los 0,33 céntimos por acción en el ejercicio 2022, lo que supone un 28% superior al nivel que obtendría Caixabank de forma independiente y casi un 70% superior al que obtendría Bankia.
De igual modo, en términos de rentabilidad sobre capital tangible o ROTE, la entidad combinada podrá alcanzar un 8,2% en 2022. "Un nivel muy superior al que alcanzarían las dos entidades de forma independiente", ha aseverado Goirigolzarri.
MAYORES DIVIDENDOS EN EFECTIVO EN EL FUTURO
En esta línea, ha asegurado que la mejora de la rentabilidad permitirá en el futuro la distribución de unos mayores dividendos en efectivo. "Esta combinación nos debe conducir a unos resultados que nos permitan retribuir el capital, crear valor para todos ustedes, señoras y señores accionistas, que son los propietarios del banco", ha precisado.
El 'número uno' de Bankia ha asegurado que la cúpula es consciente de que el reparto de beneficios es una condición necesaria para la sostenibilidad de cualquier proyecto. "Estamos profundamente comprometidos", ha apostillado.
Bankia ya parte de unos niveles holgados de capital que permitirán absorber los costes de reestructuración y ajustes financieros, previstos en 150 puntos básicos, alcanzando un nivel de capital proforma de máxima calidad en marzo de 2021 del 11,6%. De este modo, contará con un colchón de más de 310 puntos básicos sobre el nivel regulatorio tras los ajustes y la integración.
UN CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN "EXCELENTE"
En otro orden de cosas, Goirigolzarri ha explicado la nueva composición del accionariado, que contará con una estructura en la que Criteria ostentará el 30% de las acciones, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) el 16%, los inversores institucionales el 37% y, los más de 750.000 accionistas minoristas, un 17% del capital.
"Siempre he tenido para mí que la sostenibilidad de un proyecto en el tiempo pasa también por tener un gobierno corporativo excelente. Y creo que el gobierno corporativo de la nueva entidad que se ha propuesto, lo es", ha sentenciado.
El nuevo consejo que se pone a consideración de las juntas estará compuesto por un tercio de consejeros provenientes de Bankia y dos tercios de Caixabank. Por categorías, habrá tres dominicales entre los 15 miembros, dos representando a Criteria y uno representando al FROB. El 60% de la cúpula estará compuesto por independientes.
En opinión de Goirigolzarri, los accionistas pueden "estar orgullosos" de contar con un consejo de administración compuesto por personas de "reconocido prestigio, con una enorme experiencia y con un incuestionable compromiso".
El presidente de Bankia también ha repasado algunos hitos llevados a cabo por la entidad durante los últimos años, como el plan de reestructuración puesto en marcha entre 2012 y 2015; el cambio en la dinámica comercial y nuevo posicionamiento de relación con clientes en 2016 y 2017; y, una vez finalizada la integración de BMN en 2018, la transformación digital y cultural del grupo para poder hacer frente a los nuevos desafíos.
LA RENTABILIDAD, LASTRADA POR LOS TIPOS
Actualmente, Bankia estaría en una etapa marcada fundamentalmente por el gran reto de la rentabilidad. "La rentabilidad de la banca europea no sólo es muy baja, sino que se encuentra, desde hace varios años, por debajo de su coste de capital, algo que para cualquier sector o empresa no es sostenible en el medio plazo", ha lamentado Goirigolzarri.
Para el banquero, la principal razón que explica esta situación es el nivel de tipos de interés que, desde febrero de 2016, hace ya casi cinco años, se sitúan en terreno negativo; algo que considera que pudo tener efectos positivos en un primer momento sobre las economías europeas, pero que está teniendo un efecto "muy negativo" sobre las cuentas de resultados de los bancos.
Además, Goirigolzarri entiende que esta situación tiene visos de prolongarse por un largo periodo de tiempo e incluso ha señalado que podrían no volver a verse tipos positivos en el área del euro hasta al menos mediados de 2027.
"Nosotros siempre hemos sido conscientes de lo retos que teníamos por delante en términos estratégicos y de rentabilidad. Y a ellos nos hemos venido enfrentando", ha dicho el presidente de Bankia, si bien ha indicado que estos retos se han visto acelerados de forma extraordinaria como consecuencia de la crisis económica y social provocada por el Covid-19.