El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, ha admitido este martes que ahora "no es buen momento" para la privatización de Bankia, debido a la valoración que actualmente tiene en los mercados el sector financiero, si bien considera que este proceso que debe culminar con la venta de la entidad "tampoco se puede eternizar". Durante su comparecencia ante la comisión que investiga la crisis financiera, el rescate bancario y la quiebra de las cajas de ahorros, Goirigolzarri ha explicado que, aunque la gestión que se lleva a cabo influirá en la cotización de la entidad, esta también "depende mucho del valor que le ponga" el mercado "al sector financiero" que, a día de hoy, cree que está "penalizado" ante una situación de "tipos negativos". En este sentido, ha mostrado su confianza en que ese valor se incremente "en los próximos meses cuando se cambie la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE)", elevando los tipos de interés y retirando los estímulos de liquidez. Un cambio que el presidente de Bankia desea y espera puesto que cree que sería "positivo", tanto para la economía como para el rendimiento de activos de la entidad. Como ejemplo, ha señalado que Bankia cuenta con "20.000 millones de euros en activos de la Sareb" que "rinden a cero". Pese a señalar que, en todo caso, la decisión de cuándo y cómo se debe privatizar la entidad debe tomarla el Gobierno, Goirigolzarri ha pedido "ser oportunista" con la operación. "Tenemos que ser oportunistas. No tenemos una situación de agobio de tiempo, pero tampoco se puede eternizar", ha dicho. Además, ha señalado que el hecho de que exista un plazo para vender Bankia y diluir la participación estatal de la entidad "es consecuencia de la ley", que fija los plazos para la venta de las inversiones públicas en concepto de ayudas. En todo caso, Goirigolzarri se ha mostrado rotundamente en contra del papel que pueda jugar "un banco de las características de Bankia" como entidad bajo control público, pues si bien ha dicho que bancos de desarrollo como el Banco Europeo de Inversiones (BEI) o el Instituto de Crédito Oficial (ICO) tienen "un papel positivo" y "recomendable" en la economía, no cree que sea así cuando "pasa a cubrir imperfecciones del mercado, saltándose a la banca privada". "Utilizar a un banco tipo Bankia como un instrumento político para dar créditos conduce a crisis financieras en todos los casos", ha aseverado, calificando de "absolutamente paradigmático" el caso de la línea de crédito de ICO-Directo, un programa impulsado desde esta institución con una tasa de mora, según constató el Tribunal de Cuentas, del 83%. Además, ha cuestionado el llamado "interés social" que tendría esta entidad, cómo se podría medir y las responsabilidades que se pudieran achacar a los gestores. "La falta de concreción de los objetivos de los gestores y la consiguiente falta de control sobre los mismos es la mejor manera de que cualquier proyecto se deslice por la mediocridad hasta su desaparición o rescate", ha manifestado. Como curiosidad, o "anécdota", tal y como ha dicho durante su intervención inicial, al relatar varias de las condiciones que les marcó la Comisión Europea en su plan de reestructuración, se prohibió a Bankia "hacer publicidad sobre el hecho de que fuera una entidad participada por el Estado". Respecto a la recuperación de las ayudas públicas inyectadas en Bankia, Goirigolzarri ha despachado que "depende mucho del momento y del precio al que el mercado ponga las acciones", pero ha sentenciado, a renglón seguido, que "parece que, si no se devuelven las acciones, fue una mala decisión" la intervención del banco. "La decisión de inyectar capital público en Bankia fue una decisión en cualquier caso, con independencia del volumen de ayudas que se recuperen", ha explicado, lamentando que "se suele decir que fue para ayudar a los banqueros" pero que, en realidad "aquí no se ayudó a ningún banquero". Así, ha recordado la salida de más de 800 consejeros y que ninguno de ellos percibió indemnización o compensación alguna. "Aquí la inyección fue para rescatar a personas, los depositantes. El rescate significó la estabilización del sistema y rescatar a los depositantes", ha dicho, puntualizando que asegurar, al menos, 100.000 euros por cada depósito habría supuesto hacer frente a cubrir pagos por 60.000 millones. Preguntado por varios diputados sobre la creciente presión de los accionistas que apuestan por la caída del precio del valor de la entidad y aumentan su posición en las posiciones cortas, Goirigolzarri ha asegurado que "afortunadamente" esta circunstancia no se produce porque se encuentren "en contra de la dirección". "Pueden generar posiciones bajistas básicamente porque piensan que los tipos van a subir más allá de lo que puede pensar el mercado. Esa es una de las razones", ha dicho, señalando que "Bankia es una de las entidades con mayor sensibilidad a una subida de tipos". Por otro lado, ha dicho que también existe una motivación de liquidez, a la espera de la venta de paquetes de la entidad, pues ha señalado que cuando esto se produce "se produce un descuento, mayor o menor, pero siempre un descuento". "Se posicionan para beneficiarse por un eventual fenómeno de liquidez", ha dicho, subrayando en todo caso la "labor extraordinaria" realizada en los dos procesos de desinversión parcial realizados hasta ahora.