MADRID 12 Feb. (EUROPA PRESS) -
La gran banca obtuvo un beneficio neto de 11.727 millones de euros en 2023 solo por su actividad en España, lo que supone un aumento del 53,1% frente a 2022, y una vez atendidos los compromisos del impuesto extraordinario al sector que, en conjunto, ascendió a 1.120 millones de euros el pasado ejercicio.
Así lo indica el informe de Neovantas sobre la actividad de las principales entidades (Santander España, BBVA España, CaixaBank España, Sabadell España, Bankinter y Unicaja) en 2023, año en el que han estado beneficiadas por la subida "acelerada" de los tipos de interés llevada a cabo por el Banco Central Europeo (BCE).
Esta situación de tipos altos ha llevado a que el margen de intereses de las entidades se haya "disparado", alcanzando los 28.367 millones de euros en 2023 por sus actividades en España, lo que supone un 46% más que en 2022.
"Durante varios años los tipos de interés muy cercanos a cero recortaron parte de los ingresos tradicionales de los bancos, por lo que optaron por aumentar las comisiones. Pero esta subida de los tipos de interés, actualmente en el 4,5%, ha provocado un aumento espectacular de los márgenes de los intereses bancarios", explica la consultora.
Asimismo, los gastos de explotación se han contenido "razonablemente" en 2023, creciendo un 5,3%, lo que ha llevado que la ratio de eficiencia se sitúe por debajo del 45% en casi todas las entidades analizadas, salvo Unicaja, donde la ratio se situó en el 48,4%.
"Esto ha sido debido a la reestructuración que ha llevado a cabo el sector bancario en los últimos años, con la reducción de oficinas y empleados por las diferentes fusiones y adaptaciones a la digitalización acelerada por la pandemia, que ha ayudado a la reducción de costes. Todo ello, se materializa con la contención de sus gastos de explotación, con la consiguiente mejora de su eficiencia operativa, optimizando así sus recursos para poder seguir siendo competitivos frente a los nuevos jugadores del sector y mantener un negocio viable a largo plazo", señala el presidente de Neovantas, José Luis Cortina.
Por otro lado, la morosidad siguió manteniéndose "sorprendentemente" a niveles "muy bajos", en el 3,6% según el dato de noviembre publicado por el Banco de España, y a pesar del actual "entorno de incertidumbre" con el que las entidades conviven.
"En este sentido, aunque se esperaba por la situación de la mora que se rebajaran las provisiones con respecto al año anterior, los bancos han optado por hacer algo de hucha para cubrir parte del posible deterioro que pudiera surgir en 2024", explica la consultora.
Todo ello ha hecho que la rentabilidad sobre capital tangible (RoTE) de la gran banca española se haya situado entorno al 15%, salvo Sabadell, que está al 12%, y Unicaja, al 5,3%, "logrando así cubrir, en términos generales, el coste del capital".
Igualmente, la solvencia de las entidades alcanzó niveles "muy positivos" en términos de CETI 'fully loaded', destacando Unicaja con 14,7% y el Sabadell con 13,2%.
"Esta situación la ha ido reflejando el mercado donde se ve en este 2023 los valores de los bancos españoles que conforman la gran banca hayan subido en términos medios un 13,7%, permitiendo incluso a alguna entidad superar con su cotización su valor en libros, como es el caso de Bankinter", matiza Cortina.
PERSPECTIVAS PARA 2024
Por lo que respecta a las perspectivas para 2024, Neovantas cree que la gran banca española mantendrá, en términos generales, los niveles de resultados alcanzados en 2023, a pesar de que a partir de la segunda mitad del año "muy probablemente" el BCE comience a bajar los tipos de interés y que puede que comience la 'guerra' por el pasivo entre los bancos.
Esta previsión de resultados para 2024 podrá ser así "solo si los bancos impulsan en estos meses las actividades que generen más comisiones", de tal forma que tendrán que continuar con la comercialización "proactiva" de fondos entre sus clientes e impulsar la venta de seguros, entre otros productos.
Igualmente, Neovantas cree que las entidades tendrían que "agitar" sus líneas de negocio de banca de empresas y de inversión, como fuentes tradicionales de comisiones, al tiempo que la morosidad se mantiene contenida durante el año, a pesar del deterioro de la economía que podría conllevar un aumento del desempleo.