MADRID, 4 Nov. (EUROPA PRESS) -
ING Group obtuvo un beneficio neto de 3.832 millones de euros en los nueve primeros meses de 2021, lo que representa una mejora del 118,1% en comparación con el resultado contabilizado por el 'banco naranja' en el mismo periodo del año anterior.
La cifra de negocio de ING hasta septiembre alcanzó los 13.866 millones de euros, un 3% más, impulsada por el aumento del 15,7% de los ingresos por comisiones, hasta 2.592 millones, mientras que los ingresos por intereses netos sumaron 10.241 millones, un 0,2% menos.
Entre julio y septiembre, ING registró un beneficio neto de 1.367 millones de euros, un 73,5% por encima del resultado anotado en el tercer trimestre de 2020, con un aumento del 8,4% de la cifra de negocio, hasta 4.648 millones.
Los ingresos por intereses netos de ING en el tercer trimestre aumentaron un 1,8%, hasta 3.388 millones, mientras que los ingresos por comisiones sumaron 882 millones, un 20,2% más.
Asimismo, la entidad informó de que en el tercer trimestre provisionó 39 millones de euros por riesgo de crédito, lo que implica un descenso del 91,7% respecto de los 469 millones reservados un año antes. De este modo, en los nueve primeros meses ING redujo un 93,1% sus provisiones, hasta 170 millones.
"Estoy satisfecho con nuestros resultados en el tercer trimestre", dijo el consejero delegado de ING, Steven van Rijswijk. "Vimos un crecimiento continuo de los préstamos hipotecarios, mientras que la demanda de préstamos de las empresas se vio influenciada por los efectos económicos de la pandemia de Covid. Aun así, nuestros márgenes de préstamos comerciales fueron ligeramente más altos y vimos un fuerte crecimiento en las comisiones de los paquetes de cuentas, productos de inversión y préstamos, añadió.
Por otro lado, el máximo ejecutivo de ING indicó que, mientras que el coste del riesgo de crédito ha disminuido y permitido al banco liberar algunas de las provisiones adicionales asumidas anteriormente, otros problemas están cobrando protagonismo para los clientes, como las interrupciones en las cadenas de suministro, el aumento de los precios de la energía y la inflación.