ÁMSTERDAM, 5 Nov. (EUROPA PRESS) -
ING Group obtuvo un beneficio neto de 1.757 millones de euros en los nueve primeros meses de 2020, lo que representa una caída del 55% en comparación con el resultado de la 'entidad naranja' en el mismo periodo de 2019, después de haber multiplicado por más de tres veces sus provisiones para hacer frente al incremento de la morosidad ante el deterioro de la economía causado por la pandemia.
De este modo, las provisiones de ING Group ascendieron hasta septiembre a 2.466 millones de euros, frente a los 692 millones de reservados un año antes. De esta cifra, 469 millones de euros fueron provisionados en el tercer trimestre, un aumento del 69,9% respecto del dato correspondiente al mismo periodo del año pasado.
La cifra de negocio del banco holandés entre enero y septiembre de 2020 se situó en 13.468 millones de euros, un 2,9% por debajo de los ingresos registrados un año antes, con una caída del 2,1% de los ingresos por intereses netos, hasta 10.260 millones, mientras que los ingresos por comisiones aumentaron un 5%, hasta 2.240 millones. A su vez, los ingresos por inversiones disminuyeron un 15,3%, hasta 824 millones de euros.
En el tercer trimestre, ING Group obtuvo un beneficio neto de 788 millones de euros, un 41,4% menos que entre julio y septiembre de 2019, mientras que sus ingresos en el periodo cayeron un 7,3%, hasta 4,286 millones.
"La pandemia sigue teniendo un impacto significativo en todas partes, con la segunda ola en Europa y Estados Unidos ejerciendo más presión sobre los consumidores y las empresas", declaró Steven van Rijswijk, consejero delegado del grupo, quien destacó los mayores ingresos por comisiones en el tercer trimestre, mientras que se redujeron los correspondientes a intereses netos como resultado de la presión del margen sobre los pasivos combinada con una menor demanda de préstamos.
Por otro lado, la entidad anunció que ha decidido cambiar su política de distribución de un dividendo progresivo a un pay-out del 50% del beneficio neto resiliente (excluidas partidas extraordinarias) que podrá ser abonado en efectivo o mediante una combinación de recompra de acciones y efectivo. No obstante, advirtió de que cualquier dividendo o distribución de capital está sujeto a la recomendación vigente del BCE.
"Creemos que esto ofrece una rentabilidad sostenible y atractiva, y revisaremos periódicamente si ING tiene un exceso de capital estructural disponible para devolver a los accionistas", indicó Van Rijswijk, reiterando que la ejecución de esta política cumplirá con las recomendaciones vigentes del BCE sobre distribuciones a los accionistas.