AMSTERDAM, 13 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Consejo de Supervisión de ING ha decidido dar marcha atrás en la propuesta de subir un 50% la retribución del consejero delegado de la entidad, Ralph Hamers, incluida en el orden del día de la junta general del banco holandés, que se celebrará el próximo 23 de abril, a raíz de las críticas recibidas desde distintos ámbitos sociales y políticos, por lo que ha reconsiderado la moción, que no será sometida a la votación de los accionistas de la entidad.
"En los últimos días, muchos clientes, empleados y otros interesados nos han expresado su opinión", declaró Jeroen van der Veer, presidente del Consejo de Supervisión de ING, órgano responsable de la propuesta, que pretendía subir los emolumentos del consejero delegado de ING a unos 3,04 millones de euros desde los 2 millones cobrados en 2017.
"Lamentamos la conmoción causada", dijo Van der Veer. "Reconocemos que habíamos subestimado la respuesta del público en Países Bajos sobre esta claramente delicada cuestión", añadió el directivo al anunciar la retirada de la propuesta del orden del día de la junta general con el objetivo de evitar que la controversia suscitada dañe a la entidad y a sus empleados.
De este modo, el presidente del Consejo de Supervisión de ING apuntó que la entidad deberá "evaluar cuidadosamente" cómo puede poner en práctica una política de remuneraciones "sostenible y competitiva" para cumplir su deber de velar por los intereses a largo plazo del banco.
El primer ministro holandés, Mark Rutte, celebró la decisión de ING afirmando a través de su perfil oficial en Twitter que "es bueno que el banco haya retirado su propuesta de remuneración", mientras el ministro de Finanzas de Países Bajos, Wopke Hoekstra, que había amenazado en días anteriores con bloquear la medida, declaró que se trata de una decisión "sensata".
OBJETO DE CRÍTICAS.
El 'banco naranja', que durante la crisis tuvo que recibir 10.000 millones en ayudas públicas, desató las críticas de la opinión pública y la clase política del país al incluir en el orden del día de su junta general de accionistas del próximo 23 de abril la propuesta de incrementar en un 50% la retribución de su consejero delegado, Ralph Hamers, al considerar que su compensación está "significativamente por debajo" de la media de entidades similares.
En el último ejercicio, el salario base del máximo ejecutivo de ING fue de 1,71 millones de euros, un 3% más que en 2016, mientras que la remuneración variable en acciones fue de 293.000 euros, un 7,2% por debajo del dato de 2016, alcanzado en total unos emolumentos de 2,006 millones de euros, frente a los 1,979 millones de euros del año anterior.
No obstante, el orden del día de la próxima junta general de accionistas de la entidad incluía la votación de una cláusula para elevar la remuneración del consejero delegado del ING hasta los 3,045 millones de euros, lo que equivaldría a una mejora del 51,8% de la retribución de Hamers.
La propuesta, que ya no será sometida al voto de los accionistas del banco holandés, contemplaba una subida a partir del 1 de enero de 2018 del salario base del consejero delegado del 2,2%, hasta 1,750 millones de euros, a la que se sumaría una compensación fija en acciones pendiente de la aprobación de la junta de accionistas de hasta el 50% del salario base, 850.000 euros, además de una remuneración variable del 16% de la remuneración fija, que rondaría así los 420.000 euros.
ING obtuvo un beneficio neto atribuido de 4.905 millones de euros en 2017, una cifra que representa una mejoría del 5,5% en comparación con el resultado de la entidad en 2016. El banco holandés despidió el año con 37,4 millones de clientes minoristas.
Durante la crisis financiera, ING tuvo que recibir ayudas públicas por importe de 10.000 millones de euros, que el banco devolvió al Estado a finales de 2014 junto a unos intereses de 3.500 millones de euros.