MADRID, 28 Ene. (EUROPA PRESS) -
Las empresas de mayor calidad con ventajas competitivas duraderas, las 'value' y los valores cíclicos son los activos de renta variable que mejor se van a comportar en 2022, debido a la capacidad de generar beneficios por parte de las dos primeras y al fuerte entorno macroeconómico en el caso de los valores cíclicos.
Así lo ha señalado el codirector de multiactivo y jefe de renta variable estadounidense de Lazard Asset Management, Ron Temple, quien ha especificado en que si bien siguen viendo un alza de los mercados globales de renta variable, creen que los factores de riesgo cambiarán.
"2022 podría ser otro buen año para la renta variable mundial, en particular para los valores de calidad, cíclicos y de valor. La selección de valores será la clave del rendimiento relativo en un mercado con mayor volatilidad, mayor dispersión y cambios en los factores de riesgo y rentabilidad", ha destacado.
Por geografías, Lazar AM sigue esperando un rendimiento superior del mercado estadounidense, aunque está más caro que otros.
Temple ha señalado que a pandemia está perdiendo fuelle en las economías desarrolladas gracias a la eficacia de las vacunas y de las terapias antivirales, con lo que es probable que vuelvan a crecer rápidamente este año. Los emergentes, sin embargo, no han avanzado tanto en la vacunación: si bien Brasil ya tiene un gran porcentaje de su población inmunizada, India apenas ha empezado.
El entorno de tipos cambiantes podría traducirse en una dinámica diferente dentro de los mercados de renta variable, con un desplazamiento del capital desde los valores de crecimiento hasta los de calidad, más predecibles.
Esta situación favorece, además, el alza de los precios de los activos, aunque estos ya se encuentran en un nivel bastante alto, y anticipan un empinamiento de la curva de rendimiento con el rendimiento del Tesoro de Estados Unidos a 10 años acercándose al 2,5%.
Si la Reserva Federal estadounidense (Fed) sube los tipos de interés a corto plazo de forma más agresiva, la opinión de la firma opinión sobre la inclinación de la curva de rendimiento cambiaría, aunque se espera que el banco central pise ligeramente el freno en este sentido.
Asimismo, las presiones inflacionistas que se han venido registrando los últimos meses podrían conducir a una divergencia en la política monetaria de los mercados desarrollados, "aumentando la volatilidad de los tipos, el crédito y los mercados de divisas, al tiempo que instigan una rotación de capitales en los mercados de renta variable".