MADRID, 29 Ene. (EUROPA PRESS) -
La retirada de liquidez del Banco Central Europeo (BCE), como parte de su proceso de normalización monetaria, entraña el riesgo de dejar a algunas entidades sin los "recursos necesarios", según se desprende del número 292 del informe 'Cuadernos de Información Económica', editada por Funcas.
"La decisión de reducir el balance del Eurosistema lleva aparejadas oportunidades y riesgos para los bancos comerciales (incluyendo otras entidades financieras monetarias) y los bancos centrales de la eurozona", recoge uno de los capítulos de dicho documento.
El organismo ha indicado que reducir la reinversión de los principales de los programas de compra de activos del BCE reducirá la demanda de deuda pública, por lo que aumentará su disponibilidad como activos de garantía. Sin embargo, esto impulsará a la baja los precios de los bonos, lo que deteriorará el valor a precios de mercado de las carteras de deuda bancarias y presionará al alza el coste de financiación para algunos bancos.
"La oportunidad para los bancos centrales se deriva de que el fortalecimiento de los mercados de crédito interbancario reforzará también la transmisión de la política monetaria", ha explicado Funcas. De su lado, el riesgo se centra en que la transición (pasar de recurrir a su propia liquidez a hacerlo a la liquidez redistribuida) "se produzca demasiado rápido y deje a algunos bancos sin los recursos necesarios".
En este sentido, los analistas de Funcas han argumentado que existe un reto por parte del BCE para asegurarse de que las entidades dispongan de "tiempo suficiente" para dicha transición. Llegado el caso, el instituto emisor podría incluso revertir su política actual y lanzar un cuarto programa de operaciones de financiación (TLTRO).
Asimismo, el impacto sobre el sistema financiero podría tener un efecto de contagio a los soberanos, ya que el endurecimiento monetario podría tener un "impacto desproporcionado" sobre la financiación pública de algunos Estados miembros de la Unión Europea.
Por otro lado, Funcas también ha analizado el efecto de la subida de tipos de interés en las cuentas de resultados de la banca europea. Así, ha subrayado que sería "erróneo" utilizar adjetivos como "ganadores" para las entidades financieras, porque también se enfrentan a un aumento "significativo" del coste de su propia financiación.
Además, el deterioro en la calidad de los activos podría requerir de mayores provisiones, lo que tendría un impacto "negativo" en el capital de los bancos. A esta consecuencia habría que sumar que una caída de las rentas reales de los clientes por la inflación podría presionar su capacidad de pago.