MADRID 19 Dic. (EUROPA PRESS) -
El uso de efectivo para realizar compras en el punto de venta sigue siendo el método de pago más habitual para los españoles, aunque su peso en el número de transacciones realizadas se ha hundido en 30 puntos porcentuales desde 2016, según el 'Estudio sobre las actitudes de pago de los consumidores en la zona euro', elaborado por el Banco Central Europeo (BCE).
La última edición de la encuesta constata que, a pesar de la tendencia hacia los pagos digitales, el número de pagos en efectivo sigue siendo significativo en 2024, especialmente en el caso de los pagos de pequeño valor y aquellos realizados entre personas.
En el conjunto de la zona euro, el efectivo se utiliza en el punto de venta en el 52% de las transacciones, frente al 59% en 2022 y el 79% de 2016, mientras que las tarjetas son usadas en el 39%, frente al 19% de hace ocho años, y un 6% se efectúan actualmente a través de apps móviles.
Al tener en cuenta el valor de las compras, las tarjetas son el instrumento de pago dominante en la eurozona (45%), seguidas del efectivo (39%) y las aplicaciones móviles (7%).
En el caso de España, la proporción de transacciones en el punto de venta realizadas en efectivo se sitúa actualmente en el 57%, frente al 87% de 2016, mientras que el uso de tarjeta representa el 32% de las operaciones y un 7% mediante aplicaciones móviles.
De este modo, España es el quinto país de la eurozona en la que mayor proporción de transacciones en el punto de venta se realizan en efectivo, por detrás de Malta (67%), Eslovenia (64%), Austria (62%) e Italia (61%), mientras que en Eslovaquia también es el 57%.
En el conjunto de la eurozona, el BCE apunta que la creciente cuota de pagos digitales se ve respaldada por un aumento de los pagos en línea; que representan el 21% de los pagos diarios de los consumidores en número y el 36% en valor, frente al 17% y el 28% respectivamente en 2022.
En este sentido, el instrumento más utilizado para los pagos 'online' son las tarjetas, que representan el 48% de las transacciones, seguidas de otros medios de pago electrónicos como los monederos de pago y las aplicaciones móviles, que en conjunto representaron el 29% de las transacciones.
En cuanto a las preferencias de pago declaradas por los consumidores, en 2024, al igual que en 2022, el 55% de los consumidores prefiere pagar con tarjetas y otros medios distintos del efectivo en los comercios, mientras que un 22% prefiere pagar en metálico y el 23% no tiene una preferencia clara.
"De media, los consumidores consideran que las tarjetas son más rápidas y fáciles de usar", señala el BCE, mientras que los consumidores consideran que el efectivo es más útil para gestionar sus gastos y proteger su privacidad.
En cualquier caso, el 62% de los consumidores, frente al 60% en 2022, considera importante disponer de efectivo como opción de pago. En este sentido, una gran mayoría (el 87%) está satisfecha con su acceso al efectivo, ya que le resulta muy o bastante fácil retirar efectivo de un cajero automático o de un banco, aunque la satisfacción disminuyó ligeramente (frente al 89% en 2022).