Se une al otro gran 'proxy advisor' ISS
MADRID, 18 Jun. (EUROPA PRESS) -
El 'proxy advisor' Glass Lewis se ha unido a ISS en su recomendación de respaldar, en la junta de accionistas del 5 de julio, la ampliación de capital que BBVA necesita para lanzar la OPA sobre Banco Sabadell, si bien expresa ciertos elementos "inusuales" de esta "complicada" operación, como es el carácter hostil que le confiere incertidumbre regulatoria y parece "estar pesando" sobre la cotización de BBVA en Bolsa.
El análisis de Glass Lewis señala que la operación planteada por BBVA se convirtió rápidamente en "una especie de embrollo único", puesto que comenta que lo que en principio fue una propuesta al consejo de administración de Banco Sabadell, se convirtió en una OPA de carácter hostil tras el rechazo del consejo.
"La pregunta para los accionistas de BBVA es, por tanto, si la posible adquisición de Sabadell es un objetivo suficientemente convincente, dado que el enfoque hostil --algo relativamente raro en el mercado español-- sigue sujeto a incertidumbre regulatoria y del procedimiento y parece estar pesando sobre las acciones de BBVA", con una caída del 16,8% entre el 29 de abril y el 17 de junio frente al descenso del 1,8% de media de cuatros bancos españoles y la subida del 0,9% de Sabadell durante el mismo periodo.
A pesar de este contexto y de las "turbulencias comerciales" a corto plazo, Glass Lewis se inclina por recomendar a los inversores que den flexibilidad al consejo y a los equipos directivos de BBVA para lanzar la OPA. Cree que el acuerdo parece "estratégicamente coherente" y considera que la adquisición de un rival español más pequeño le acercaría a Banco Santander.
Además, cree que la operación no supondría un gran cambio del alcance operativo o perfil de riesgo de BBVA y cree que la tesis estructural central que ha dado a conocer BBVA "parece razonable" y que ofrece "ventajas a corto plazo" para los actuales accionistas de BBVA. Además, teniendo en cuenta que los accionistas de Sabadell pasarían a ostentar un 16,3% de control de BBVA, Glass Lewis cree que una absorción significativa o plena tendría un impacto "limitado" en la liquidez comercial y la concentración de propiedad de BBVA.
Se une así a ISS, que también ha emitido una recomendación para los grandes fondos a favor de votar por la ampliación de capital, basando su decisión en la "convincente lógica estratégica" que tiene la combinación de ambas entidades, puesto que permitiría al banco presidido por Carlos Torres consolidarse en el panorama bancario europeo y, en concreto, en España.
Sin embargo, ha advertido de que la falta de apoyo por parte del consejo de administración de Sabadell y el proceso de autorizaciones regulatorias "crean incertidumbres" sobre el éxito de la OPA y la posterior integración de Sabadell y sobre la creación de valor para el entidad resultante.
El próximo 5 de julio los accionistas de BBVA han sido convocados a una junta extraordinaria para votar sobre la ampliación de capital, de 551 millones de euros, que el banco necesitará para lanzar la OPA sobre Sabadell y realizar el canje de acciones propuesto, de una acción de nueva emisión de BBVA por 4,83 acciones de Sabadell.
BBVA cuenta con al menos dos grandes fondos como accionistas significativos: por un lado, BlackRock, que posee un 5,917% del capital del banco; y por el otro, Capital Research, que tiene un 5,027%, según los registros públicos de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Sin embargo, en su accionariado también están otros inversores institucionales como Vanguard, Norges Bank, JP Morgan o Goldman Sachs.
Para lanzar la OPA, BBVA necesita la autorización del Banco Central Europeo (BCE), que vigila la solvencia de la entidad resultante y que la operación no afecte a la estabilidad del sistema financiero, y de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que analizará que la información contenida en el folleto esté acorde a la legislación.
Asimismo, la eficacia de la OPA está sujeta a que acuda, al menos, el 50,01% de los accionistas de Sabadell, a la aprobación por parte de los accionistas de BBVA de la ampliación de capital para afrontar el canje de acciones, a la autorización de la CNMC y de la Autoridad de Regulación Prudencial (PRA, por sus siglas en inglés) de Reino Unido.