La asamblea de mutualistas rechaza las propuestas de fusión y de disolución voluntaria
MADRID, 1 Jul. (EUROPA PRESS) -
La asamblea general de mutualistas de Purísima Seguros ha rechazado iniciar un proceso societario o acordar la disolución voluntaria, por lo que la mutualidad se debate entre la disolución forzosa o la búsqueda de una alternativa de viabilidad.
Este jueves se celebró la asamblea general de Purísima Concepción Mutualidad de Previsión Social en el Palacio de Vistalegre de Madrid, después de haber tenido que aplazar la convocatoria del 30 de mayo debido a que los mutualistas que acudieron al encuentro duplicaron el aforo permitido.
La mutualidad sufre una situación de desequilibrio patrimonial, por lo que propuso a la asamblea de mutualistas la apertura de un proceso de integración de Purísima en otra aseguradora más solvente para evitar su disolución o, en su defecto, la disolución voluntaria de la mutualidad y el inicio del proceso de liquidación.
Los mutualistas rechazaron ayer ambas propuestas, como también votaron en contra del informe de gestión, memoria y cuentas anuales de 2021 y de la ratificación de los nombramientos de los nuevos miembros de la junta directiva.
Tras rechazar las propuestas, los mutualistas requirieron a la junta que buscase alternativas de viabilidad de la mutualidad. "En estos momentos la junta se debate entre la disolución forzosa o atender esta petición, todo lo cual dependerá de los requerimientos del regulador, la Dirección General de Seguros", señalaron desde Purísima.
DESEQUILIBRIO PATRIMONIAL
Purísima Concepción Mutualidad de Previsión Social se constituyó en 2005 y tiene naturaleza de entidad aseguradora privada sin ánimo de lucro. En 2008, se alcanzó un acuerdo de adscripción de los bienes y obligaciones de la Archicofradía de la Purísima Concepción a la Fundación Purísima Concepción para transferirlos a la mutualidad.
Antes de eso, el negocio que se practicaba en la Archicofradía estaba asimilado al seguro de decesos. Para cumplir con los requisitos aplicables a la actividad aseguradora, la mutualidad solicitó autorización a la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones (DGSFP) para operar en el ramo de decesos, junto con la adscripción de los cofrades de la Archicofradía.
Se estableció entonces un plan de adaptación de la provisión de decesos correspondiente al colectivo de archicofrades a las previsiones marcadas en la legislación vigente en aquel momento. Pero el plan quedó desfasado, identificándose un déficit de 47 millones de euros al cierre de 2020 tras actualizarse las hipótesis del plan, que tuvo que dotarse en las cuentas de 2021.
En el informe especial de revisión independiente de las cuentas de 2021, Deloitte señaló que, ante esta situación, la mutualidad presentaba una insuficiencia de fondos propios admisibles para la cobertura del capital de solvencia obligatorio "que podría dar lugar a la adopción de medidas de control especial".
Además, la firma revisora hizo énfasis en que el patrimonio neto de la mutualidad era inferior a la mitad de la cifra de su fondo mutual, por lo que "se encuentra en causa de disolución", una situación que indicaba la existencia de "una incertidumbre material que puede generar dudas significativas sobre la capacidad de la mutualidad para continuar como empresa en funcionamiento".
En su último informe financiero, Purísima explicaba que, ante esta situación, la junta directiva de la mutualidad estaba analizando las distintas alternativas para dar respuesta a la situación, que serían planteadas en asamblea de mutualistas.
Las alternativas finalmente planteadas fueron la integración con otra entidad aseguradora de mayor dimensión y solvencia o, en su defecto, la disolución de la mutualidad. Ambas propuestas fueron rechazadas este jueves por los mutualistas, por lo que Purísima Seguros podría enfrentarse a la disolución forzosa.