MADRID, 19 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Autoridad de Supervisión del Mercado Financiero de Suiza (Finma) ha planteado la necesidad de contar con una base jurídica más sólida, incluyendo la facultad de imponer multas, para hacer frente a crisis como la que desencadenó el colapso de Credit Suisse, rescatado el pasado mes de marzo por su rival UBS con asistente de las autoridades helvéticas.
El regulador suizo, que no duda en calificar de "traumática" la desaparición de uno de los dos grandes bancos globales del país, ha llevado a cabo un análisis y una evaluación integrales de los antecedentes, las actividades de supervisión relacionadas, la fase aguda de la crisis y las necesidades de cambios resultantes tras lo acontecido con Credit Suisse.
Entre las conclusiones de su evaluación, publicadas este martes en un informe de 84 páginas con el título 'Lecciones aprendidas de la crisis de Credit Suisse', Finma considera que el colapso de la entidad se debió a "la mala implementación de sus áreas estratégicas" y añade que, a raíz de los repetidos escándalos y errores de gestión, Credit Suisse perdió la confianza de sus clientes, inversores y mercados.
De este modo, para el regulador el alto nivel resultante de retiradas de fondos por parte de clientes generó riesgo de insolvencia inmediata a mediados de marzo de 2023.
Ante esta situación, sostiene que tanto el Gobierno, el banco central y Finma tomaron medidas decisivas para salvaguardar la solvencia de Credit Suisse y apoyar su adquisición por parte de UBS lo que permitió cumplir el objetivo de proteger a los acreedores del banco y garantizar la estabilidad financiera.
Asimismo, el regulador concluye que la crisis de Credit Suisse subraya la necesidad de contar con una base jurídica más sólida, con instrumentos específicos para abordar el Régimen de Altos Directivos, así como la facultad de imponer multas y de fijar normas más estrictas en materia de gobierno corporativo.
En este sentido, Finma recuerda que, mucho antes de la crisis, tomó medidas invasivas y de gran alcance en el contexto de sus actividades de supervisión para rectificar las deficiencias, particularmente en el gobierno corporativo del banco y en su gestión y cultura de riesgo, añadiendo que, desde el verano de 2022, también pidió al banco que tomara varias medidas para prepararse para una emergencia.
"Debido a los crecientes problemas y deficiencias, Finma intensificó cada vez más sus actividades de supervisión y ejecución en Credit Suisse durante los últimos años e instituyó medidas cada vez más incisivas. Llegó así al límite de sus opciones jurídicas", concluye el regulador.