Rusia mantiene estable en el 21% el tipo de interés de referencia

Archivo - Torre Spasskaya del Kremlin, sede de la Presidencia rusa, junto a la plaza Roja de Moscú (archivo)
Archivo - Torre Spasskaya del Kremlin, sede de la Presidencia rusa, junto a la plaza Roja de Moscú (archivo) - SEAMAS CULLIGAN / ZUMA PRESS / CONTACTOPHOTO
Publicado: viernes, 20 diciembre 2024 12:21

MADRID 20 Dic. (EUROPA PRESS) -

El Banco Central de Rusia ha decidido este viernes mantener estable en el 21% el tipo de interés clave para sus operaciones, en una decisión que sorprende al mercado, que había especulado con la posibilidad de una subida de varios puntos porcentuales para tratar de frenar la inflación y defender la cotización del rublo.

En un comunicado publicado tras la reunión del directorio del banco central ruso, la institución presidida por Elvira Nabiullina ha señalado que las condiciones monetarias en el país "se endurecieron más significativamente de lo previsto" tras su decisión de octubre, cuando elevó el precio del dinero en 200 puntos básicos, hasta el nivel récord del 21%.

En este sentido, dado el notable aumento de los tipos de interés para los prestatarios y el enfriamiento de la actividad crediticia, el Banco de Rusia considera que el endurecimiento de las condiciones monetarias creado genera los requisitos previos necesarios para reanudar los procesos de desinflación y devolver la inflación al objetivo, a pesar del elevado crecimiento actual de los precios y una alta demanda interna.

En cualquier caso, el instituto emisor ruso ha subrayado que evaluará la necesidad de un aumento de los tipos clave en su próxima reunión, prevista para el 14 de febrero de 2025, teniendo en cuenta la evolución de los préstamos y la inflación, que las previsiones de la entidad espera que disminuya hasta el objetivo del 4% en 2026 y se mantenga en dicha meta en el futuro.

"El crecimiento de las tasas de interés respalda una alta propensión de los agentes económicos a ahorrar", destaca la entidad, añadiendo que el enfriamiento de la actividad crediticia ya ha afectado a todos los segmentos del mercado crediticio, con una desaceleración del crédito corporativo y el casi estancamiento del crecimiento de los préstamos minoristas.

A pesar de su diágnóstico, el Banco de Rusia reconoce que entre octubre y noviembre la subida de precios desestacionalizada promedió un 11,1% anualizado y la inflación subyacente fue del 10,9%, debido a la fuerte demanda interna. Asimismo, para el mes de diciembre, los datos semanales muestran que persisten elevadas presiones inflacionarias, provocadas también por la depreciación del rublo, que impulsarían la inflación anual al 9,5%.

"Las expectativas de inflación siguen aumentando, aumentando la inercia de la inflación subyacente", admite el banco central ruso, que avisa de que el crecimiento actual de los precios se mantendrá elevado durante algún tiempo debido a la inercia causada por los efectos acumulados del estímulo fiscal, la elevada actividad crediticia de los meses anteriores y la transmisión del debilitamiento del rublo a los precios.

Sin embargo, el Banco de Rusia estima que las presiones inflacionarias comenzarán a disminuir en los próximos meses bajo el impacto de las estrictas condiciones monetarias y el enfriamiento de la actividad crediticia.

Por otro lado, la institución ha señalado que, según los datos de alta frecuencia, entre octubre y noviembre la economía rusa creció a un ritmo similar al tercer trimestre de 2024 impulsado por la elevada demanda interna, por lo que la desviación al alza de la economía rusa respecto de una senda de crecimiento equilibrado "sigue siendo significativa", evidenciando las altas presiones inflacionarias actuales.

Asimimso, ha subrayado que el mercado laboral "sigue siendo ajustado", después de que el desempleo volviera a caer a un nuevo mínimo histórico, mientras que el aumento de los salarios sigue superando el crecimiento de la productividad laboral.

No obstante, ha advertido de que la demanda de mano de obra en determinadas industrias ha ido disminuyendo y ha habido una reasignación de empleados entre sectores, lo que puede indicar una ligera reducción de la escasez de mano de obra, lo que también se relacionaría con un número cada vez menor de vacantes.

De este modo, en el medio plazo, el Banco de Rusia concluye que la balanza de riesgos inflacionarios todavía está "significativamente inclinada al alza", aunque aprecia un aumento de ciertos riesgos desinflacionarios que implicarían una desaceleración más rápida del crecimiento del crédito y de la demanda interna bajo el impacto del endurecimiento de las condiciones monetarias.

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