Será en 2021 cuando el sector pueda sufrir un impacto en sus ingresos
MADRID, 31 Ago. (EUROPA PRESS) -
La presidenta de Unespa, Pilar González de Frutos, cree que no hay razones objetivas que sustenten la recomendación del supervisor de que las aseguradoras suspendan el reparto de dividendos hasta que se clarifiquen las consecuencias de la crisis del Covid-19.
Así lo ha indicado la presidenta de la patronal del seguro durante su intervención en el curso 'El sistema financiero y la crisis del Covid 19' organizado por APIE y BBVA en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), al tiempo que ha aprovechado para aclarar que las pandemias "no son asegurables".
"La acción del supervisor instando a la suspensión de dividendos y recompras de acciones propias en tanto que no se aclarasen las consecuencias financieras y económicas es una medida, sin duda alguna, copiada o inspirada en las instrucciones que en su momento el BCE dictó para la banca y, por tanto, es un episodio más de esa confusión que a veces existe entre entidades financieras, ya que las aseguradoras no teníamos problemas de liquidez ni de solvencia que justificasen esa medida", ha defendido.
En su opinión, el 'veto' a los dividendos del sector asegurador debería haberse aplicado después de realizar un análisis caso por caso, y no de manera generalizada, porque "no había razones objetivas que lo sustentase".
Por otro lado, ha aprovechado su intervención para dejar claro que las pandemias "no son asegurables", ya que al ser riesgos sistémicos que atacan a todos y al mismo tiempo, se impide el mecanismo del seguro, que consiste en compensar unos riesgos por otros.
"Esa mutualización del riesgo queda rota en el caso de la pandemia", ha explicado González de Frutos, quien ha apuntado que sí puede se proteger de una forma diferente y por capas, de forma que la primera capa consista en la autoprotección, haciéndose cargo las empresas de las primeras semanas de impacto. En la segunda capa actuaría el seguro privado "dentro de los límites que su capacidad financiera le puede permitir", mientras que si los daños llegasen a desbordar ambos escalones debería hacerse cargo del riesgo el sistema público.
La presidenta de Unespa también ha explicado que el sector rechazó la ayuda al seguro de crédito que ofreció el Gobierno, al haberse establecido un mecanismo que obligaba a la devolución de las ayudas en un plazo de tiempo determinado, por lo que pasaban a convertirse en un programa de financiación, en lugar de un fondo de ayuda como en otros mercados. Además, considera que la dotación presupuestaria era "tremendamente escasa" y las condiciones económicas hacían la apelación al fondo "muy gravosa".
González de Frutos ha advertido de que esa "falta de sensibilidad" tendrá consecuencias, pues lo que España no haga y otros mercados sí supondrá un lastre para las empresas nacionales frente a los competidores internacionales.
De cara al futuro, la presidenta de la patronal ha asegurado que, para salir más fuertes, hay que salir más asegurados, pues un riesgo de salud puede derivar también en riesgos de actividad, de empleo y de desarrollo personal.
"La próxima vez deberíamos tener más ahorro y unas instituciones aseguradoras fuertes y desarrolladas, capaces de inyectar recursos a largo plazo", ha añadido.
EL SEGURO RECIBIRÁ EL IMPACTO EN 2021
En cuanto al impacto de la crisis del coronavirus en el sector asegurador, González de Frutos ha explicado que no es tanto en 2020, sino en 2021, cuando el sector se juega "buena parte de su suerte".
Aunque la patronal no ha realizado una previsión sobre la caída de los ingresos por primas para el conjunto del año debido a la incertidumbre sobre las proyecciones macroeconómicas, es "evidente" que el sector sufrirá un impacto en la facturación y la siniestralidad.
"Donde nos podemos jugar más es en el 2021, en la medida en que en la renovación de los contratos es donde se pudieran producir decisiones por parte de nuestros clientes", ha reconocido González de Frutos, quien ha asegurado que, en todo caso, "el sector va a aguantar", pues no ha tenido problemas de liquidez, de solvencia ni de empleo, y esas tres condiciones "se van a seguir manteniendo".